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No hay policía capaz de hacer cumplir el mandato del pasaporte Covid. No tiene recursos ni dispone del don de la ubicuidad para controlar el cumplimiento de la norma salvo en acciones muy puntuales. ( La “policía minorista” Covid )
Respecto de eso último, no se preocupen leales covidistas, que la tecnología terminará suministrando una suerte de control omnímodo sobre la ubicación en todo momento de cada uno de nosotros. Los instrumentos tecnológicos están ya desarrollados y sólo necesitan de una autorización legal para ser implantados.
Pero el Estado covidiano aun tiene algún grado de remilgo residual porque pudiendo legislar para ello no se atreve todavía. Y es que tal disposición conllevaría la pérdida definitiva de los derechos individuales. Piensan que la disciplente justicia que ha transigido con el pasaporte vacunal no tendrá los suficientes bemoles para dar ese paso al vacío donde toda libertad de movimiento sea definitivamente cercenada. Todo llegará a su debido tiempo, piensan, mas son conscientes del fuerte rechazo social y judicial que ocasionaría semejante totalitarismo.
Sin embargo, la élite está gratamente sorprendida del grado de sumisión observado en las masas con toda la caciquil diatriba Covid y eso les hace ser prudentes. No hay que correr cuando todo sigue pacíficamente hacia el ansíado sueño de la rendición incondicional y sumisa, que ya vislumbran, en las masas.
La “policía minorista” Covid
Se sirven, eso sí, de las tácticas que antaño mostraron su eficacia. Y una de ellas es hacer que el mismo pueblo haga de chivato controlador, de poli amateur.
Así se ha diseñado el asunto del pasaporte Covid, donde la carga de la prueba es el poder de estado transferido a los minoristas que suministran el servicio que les es negado a los invacunados. La tropa encargada de dar cumplimiento a la norma – bares, restaurantes, gimnasios, cines, hoteles, etc. – tiene ahora la palabra.
Los próximos días serán cruciales para saber si se afanan o pasan olímpicamente de tan autócrata norma. Los políticos déspotas no las tienen todas consigo porque habrá minoristas con la dignidad suficiente para no aceptar el trágala. Así como algunos habrá que harán la vista gorda o aducirán que no pueden controlar todo. Incluso otros protestarán porque eso es función de la policía.
También por el lado de la clientela habrá disparidad de opiniones e incluso algunos intentarán saltarse la norma al uso del famoso deporte español del ‘si lo prohíben yo lo hago’. Unos pocos de estos incluso se violentarán e incluso montarán escenas que pueden lindar con el altercado o la violencia pura y dura.
La “policía minorista” Covid
Esto último es lo que está sucediendo en Australia donde algunos minoristas han tenido que contratar vigilancia jurada para mantener a salvo sus establecimientos y se han dado casos de violencia de clientes contra los trabajadores minoristas encargados de solicitar el pasaporte Covid.
Habiendo sido Australia uno de los países de corte más autoritario Covid, con un estricto mandato de vacunas y uno de los primeros países en instaurar el pasaporte Covid están ahora revisando a la baja sus draconianas medidas para el próximo enero dado el cariz que están tomando las protestas en Australia.
Los funcionarios del gobierno dijeron que una serie de incidentes de trabajadores abusados por hacer cumplir el mandato de las vacunas los ha llevado a reconsiderar su enfoque. Una fuente gubernamental dijo que «La alta tasa de vacunaciones, la aprobación de los proyectos de ley sobre la pandemia que deja al margen a los jefes de salud y los incidentes de violencia de alto perfil han llevado a un cambio de mentalidad”.
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Lo cierto es que no tiene ningún sentido que en España con tasas de más de 80% vacunados y con parámetros de enfermedad Covid bajísimos y con estudios que demuestran la inutilidad del pasaporte Covid para disminuir la infección, ocho CCAA estén exigiendo el autoritarista ‘documento nazional de vacunado’. Se trata de una pura y dura decisión política de quienes le han cogido gustillo al caciquismo covidiano.
La “policía minorista” Covid
Por otro lado, aun quedan ciertos resquicios de dignidad en la sociedad española aunque minimizado y silenciados por los medios de comunicación. Tal es el caso de las manifestaciones espontáneas contra todo el disparate covid en Barcelona, La Coruña y Alicante. Pero yo soy muy escéptico con todo esto. Si algo ha demostrado la sociedad española hasta ahora es que ha sido y es el mejor laboratorio del mundo para perpetrar las políticas Covid.
Siempre nos quedará Madrid – «Tierra de la libertad»- donde no se ha aprobado el uso del nazificante Pasaporte Covid.
La “policía minorista” Covid
FiN
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