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Covid – El precio que queda por pagar: La salud mental

15/11/2021

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.
Tiempo de lectura 3 minutos.
Covid - El precio que queda por pagar: La salud mental

El “virus latente” contra la salud mental está a punto de actuar. Las medidas de confinamiento y las restricciones se han prolongado más allá del año y medio;retrasando la aparición del síndrome de estrés postraumático hasta ahora. Llegado el fin de los totalitarios decretos de alarma es el momento en que aflorarán las enfermedades mentales retenidas. El estado de “postrauma” que lo caracteriza no adviene, como la misma palabra indica, hasta el instante posterior al dilatado evento traumático que hemos padecido. (Covid – El precio que queda por pagar: La salud mental )

Nos queda por sufrir el último impacto negativo de la Covid, de las desatinadas medidas político-sanitarias;y de sistema de terror que han impuesto las élites para aplacar una epidemia;que tan sólo ha provocado un 0,23% de fallecidos entre los infectados;(IFR: Datos de la OMS) – 4% para los mayores de 70 años-; y esta es la enorme masa del iceberg oculta bajo la epidemia: Nuestra salud mental.

Ver mis post:
1) Covid en veinte párrafos
2) Covid: La verdad, solo la verdad y nada más que la verdad.
3) El miedo ha sido la verdadera pandemia

Las últimas estimaciones de la OCDE (datos referidos a 2020 en comparación con 2019) muestran que se han observado aumentos en la prevalencia de la depresión;o sus síntomas en todos los países de su competencia que tienen datos disponibles.

En España la crisis de COVID 19 ha tenido un impacto significativo y negativo en salud mental,;más de uno de cada cinco adultos reportaron síntomas de ansiedad durante el primer semestre de 2020. Lo que no incluye los datos del estres postraumático que deberá de empezar a sentirse a partir del último trimestre de 2021.

En España se espera un aumento de consultas sobre salud mental a partir del último trimestre de 2021, aunque viene acumulándose de antes. En general, este año y medio de pandemia ha provocado una situación de estrés constante, desmotivación y una sintomatología depresiva y ansiosa.

Según los resultados de la ‘Encuesta sobre la salud mental de los españoles durante la pandemia de la COVID-19’ avanzada por el CIS el pasado marzo (2021),;más de la mitad de la población ha sentido en algún momento miedo a la muerte o a los contagios durante este tiempo, un 41,9% ha tenido problemas de sueño;y un 51,9% ha reconocido sentirse cansado o con pocas energías. En otros estudios se concluye que ha habido un incremento en los problemas de salud mental de un 40% con respecto a antes de la pandemia.

Llevamos un año y medio sometidos a una constante y elevada tensión emocional que hace que no bajemos la guardia. A esto se une la situación de incertidumbre ante el futuro. En el momento que relajemos la tensión apareceran los síntomas del estrés postraumático. En este contexto, habrá una mayor demanda de personas que se encuentren ante una situación de fatiga emocional extrema,;entre otras cosas, junto con las patologías ya previas o manifestadas durante este último año y medio.

El número de consultas psicológicas ha ido en aumento con síntomas relacionados con el estrés, la ansiedad y la depresión en jóvenes,;personas mayores y sanitarios, también ha supuesto el aumento de enfermedades mentales como los trastornos de conducta alimentaria, principalmente entre los jóvenes.

Uno de estos grupos de edad más preocupantes ha sido el de los ancianos. La dificultad y agravamientos de síntomas físicos de la Covid-19 y las estrictas restricciones que han vivido durante un largo periodo de tiempo,;ha precipitado un gran malestar y tensión emocional debido al miedo al contagio, a la situación de encierro y a las consecuencia económicas;y por ende, un aumento de los síntomas de ansiedad, depresión y estrés en general: La ola de salud mental está empezando ahora.

Lo que no observaremos ahora porque aparecerán a medio-largo plazo, a años vista, son los efectos en la salud mental de los niños cruelmente sometidos a medidas desproporcionadas e inhumanas por la pandemia sin justificación científica.

Es el precio que nos queda por pagar ante la epidemia Covid que será altísimo pero sobretodo por las sobrecargadas políticas sanitarias cuasi totalitarias e invasivas y la insuflación del terror en la población, magnificando la enfermedad, para que aceptaran las estrictas restricciones a sus libertades. En consecuencia el estrés postraumático sobrevenido será mucho mayor del que hubiera sido con unas medidas más liberales y sensatas como ha ocurrido en Suecia, país que por cierto tiene las menores tasas de contagio y menores efectos negativos en su economía.

Y aun queda otro iceberg oculto por sufrir que es el aumento de la pobreza en muchas poblaciones del planeta por las devastadoras y coercitivas medidas de bloqueo que han destrozado la subsistencia económica de los más débiles.

Covid – El precio que queda por pagar: La salud mental

FiN