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Una sencilla vía de salida del Nihilismo

14/12/2021

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.
Tiempo de lectura 7 minutos.
Una sencilla vía de salida del Nihilismo

Tabla de contenidos

El nihilismo es la creencia de que no hay Verdad Absoluta; que toda verdad es relativa. El nudo gordiano de esta filosofía fue atado por Nietzsche y aparece en la literatura con un personaje de Dostoievski en su novela “Los Hermanos Karamazov”. Dostoievski hace preguntarse a uno de los hermanos: «Dios está muerto, por lo tanto el hombre se convierte en Dios y todo es posible”. Ambas obras escritas, la de Nietzsche y la de Dostoievski, en la década de 1880. ( Una sencilla vía de salida del Nihilismo )


Que no hay verdad, que no hay un estado absoluto de las cosas, que no hay una «cosa en sí misma». Sólo esto es nihilismo, y del tipo más extremo.

Friedrich Nietzsche, La voluntad de poder

Una sencilla vía de salida del Nihilismo

Siglo y medio de nihilismo

Casi un siglo después, en lo que va de la década de 1880ª la de 1960, el nihilismo llega a su máximo esplendor, siendo posiblemente 1967 un año iconográfico: el lanzamiento del álbum de los Beatles Sgt.Pepper (aparentemente inducido por las drogas alucinógenas) y su “Lucy In The Sky With Diamonds”, y el lanzamiento del primer álbum de Pink Floyd, The Piper at the Gates of Dawn (inducido similarmente).

Tanto Hitler como el bolchevismo (tanto Lenin como Stalin) y el ataque dadaísta al arte son ejemplos nihilistas, al igual que en ciertos poetas de la época, revolucionarios como Bakunin, y en su «profeta», Nietzsche. Hoy tenemos ejemplos a nuestro alrededor todos los días, y no son excusables al modo de víctimas inocentes pues «Nadie, en última instancia, sirve a Satanás contra su voluntad.”

El nihilismo se ha vuelto tan omnipresente en nuestro tiempo que ya no hay ningún frente en el que no deba ser combatido. La nihilidad está profundamente arraigada en los corazones y las mentes de todos los hombres modernos; incluso aquellos que se le oponen terminan por usar las propias armas argumentales del nihilismo para combatirlo.

Muy pocos de los que se oponen con más heroísmo al nihilismo creen realmente en que exista una Verdad Absoluta, una Verdad objetiva e inmutable. Incluso muchos de ellos se apoyarán en la verdad relativa – que no es más que decir que algunas verdades son mejores que otras; o que algunas verdades originan menos maldad que otras-. Tal es así que terminamos usando escalas arbitrarias para juzgar la verdad relativa respectiva en un grupo de diferentes verdades.

Algunos tal vez objetarán que se exagera la prevalencia del Nihilismo. Quizás pudo ser cierto a principios de la década de 1960 sin embargo a estas alturas del s. XXI el nihilismo ha extendido sus tentáculos insidiosos por todo occidente.

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La Ciencia: Esa Verdad Relativa

La «verdad relativa» está representada principalmente, en nuestra época, por el conocimiento de la ciencia….” ¡Siéntense a pensarlo! Pero es cierto. Nuestra disciplina más supuestamente objetiva nos ofrece solo verdades relativas. La ciencia siempre es discursiva, contingente, calificada, siempre expresada en «relación» con otra cosa, sus leyes se cumplen bajo ciertas condiciones, … nunca aislada, nunca categórica, nunca «absoluta»: Siempre es relativa a…

Un científico honesto reconoce que la ciencia nunca se resuelve, se constituye en un problema inacabable, eterno. Y en esa búsqueda siempre parcial de la verdad, siempre pendiente de verificaciones sucesivas, la ciencia, nunca llega a la Verdad Absoluta. Siempre está ubicada sobre “verdades” sujetas a refutación, y que esa refutación no sea exitosa: Lo absoluto no puede ser alcanzado por medio de lo relativo.

«Toda verdad es empírica», dirá el científico, lo que es una afirmación metafísica. «Toda verdad es relativa”, lo que es una afirmación absoluta.

Este es el mundo que la ciencia nos ofrece, y puesta en su lugar apropiado, es un mundo valioso por la explicación que del propio mundo aporta, aunque sea una explicación relativa, parcial. Sin embargo, si colocamos a la ciencia fuera de su sitio, y la endiosamos, se transforma en “cientificismo” o cientismo que no es más que convertir lo que es relativo – la ciencia- en verdades absolutas, más propias de la ”verdad revelada” o de los dogmas de fe. Por lo cual podríamos decir que el cientismo es una religión como tantas otras.

A los primeros principios de cualquier sistema de conocimiento no se puede llegar a través de los medios de ese conocimiento mismo, sino que deben darse por adelantado – apriorísticamente-; y los principios primigenios son el objeto de la fe – de una verdad revelada- no de la demostración científica.

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Un paseo por los propósitos

Pero si no hay un estándar absoluto, entonces ¿realmente podemos saber algo? Aquí crudamente tenemos el abandono de la verdad. Lo que queda es un mundo sin Verdad Revelada, y si no hay Verdad Revelada, y su fe subsiguiente, no hay verdad en absoluto.

Ahora, antes de continuar, tal vez esta afirmación debería ser examinada. Muchos mirarán tal declaración e inmediatamente reaccionarán – una reacción contra la idea de Dios. ¿Solo porque hay algunas palabras en un libro viejo supuestamente vienen directamente de Dios, se supone que debemos tomarlo como la verdad?

Bueno si este camino le hace sentir incómodo, vayamos por otro. ¿Puede aceptar que las cosas son creadas con un propósito? Oh, espera. Ya veo. Esa palabra «creado» es preocupante para usted. Bueno, en ese caso, ¿qué tal si decimos que hay una razón para que las cosas sean como son? – sin mentar que fueron creadas- Tal vez pueda aceptar… que las cosas evolucionaron como lo hicieron con un propósito.

Si ud. sigue diciendo no a esto último, entonces ud. defiende que todo es producto del azar. Entonces, en ese caso, ¿es posible que el azar que nos ha traído hasta aquí tenga un propósito? O más aun ¿sea “una verdad revelada”?

¿Hay una verdad revelada en esto? Por ejemplo, considere la mano. Hay un propósito en que el pulgar se oponga a los otros dedos de la mano. Sí, parece que el propósito es poder prender cosas con la mano. Si algo tan sencillo tiene un propósito ¿por qué sigue negando Ud. que las cosas son así por alguna razón que se le escapa? O, y sé que esto me meterá en problemas con los generistas, considerando la anatomía masculina y femenina. ¿No hay propósito en cada sexo, en cada parte que es diferente en un cuerpo u en el otro? ¿No se puede considerar que esto tiene un propósito? Acaso, una ¿Verdad Revelada?

Demos un paso más y pensemos en la mente (y sé que a muchos no les gusta la palabra «alma» cuando se usa en un contexto cristiano). ¿Dónde está? ¿Que es lo que es? ¿Por qué es algo diferente y que no se encuentra en cualquier otro ser vivo de la tierra? – ¿no revela esto algún tipo de verdad? ¿Tal vez el lugar del hombre en la jerarquía de la creación, o si lo prefiere, la evolución producida al azar? ¿Y por qué esa evolución y no otra?

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El hombre sin propósito es un sinsentido

De la Creación, los cristianos ya sabemos que tiene un propósito, aunque gran parte de él queda bajo las manos de Dios hasta que la Resurrección nos la revele en su completitud. Pero para el no creyente ¿puede Ud. pensar que el azar tiene un propósito o no? ¿Por qué Ud. que es producto de ese azar está pensando en esto? ¿Será que había un propósito en que Ud. lo pensara o también es producto del azar que ud. piense en ello? ¿No ve la contradición que hay en que Ud. se mantenga en sus trece nihilistas?

Lo que me lleva al punto de que este camino nihilista que hemos emprendido conjuntamente es ¿qué es lo que debe pasar para llegar a un lugar donde podamos volver a ser integramente humanos? Pues en la ley natural, que se basa en el conocimiento de que hay un propósito para el hombre, ese propósito es cognoscible, es objetivamente cierto, y que se revela – en parte- a partir de la naturaleza del hombre y del mundo donde está inserto. Cuando buscamos la Verdad fuera de la Revelación, es decir, fuera de un Principio a partir del cual construyo todo- llegamos siempre a un callejón sin salida. Hay que partir de verdades a priori, que existen antes de…

El hombre sin un propósito queda en una condición sin sentido. El callejón sin salida es obvio. La verdad, únicamente en forma de conocimiento proposicional («ciencia» en el sentido moderno), ha seguido su curso y nos ha dejado vacíos, hueros de substancia. No es que el conocimiento proposicional sea negativo o dañino; es solo que no es la única forma de conocimiento, y mucho del significado de la vida se pierde cuando nos limitamos sólo a ello.

Una sencilla vía de salida del Nihilismo

Conclusion

Estamos viendo hoy la desesperación de aquellos que desean seguir manteniendo la ciencia en la cima y al hombre como una pura “voluntad de poder”. ¿Voluntad de poder en base a qué? Si todo es relativo ¿Cuál es nuestra voluntad? Pues será indubitablemente relativa, también; lo cual según su propia proposición relativista nos lleva a un absurdo: La voluntad o es absoluta o no se tiene. En la «voluntad de poder» hay algo que se quiere o se desea y ese querer o ese desear es absoluto. La propia voluntad de poder, en sí, es un propósito.

Todo se ha convertido en algo tan líquido que el hombre sin propósito es un objeto, un ser domesticado, sometido, manipulado y deshumanizado, sujeto a servidumbre voluntaria. El consumidor compulsivo es como un animal enjaulado que espera cada día su ración de comida: “Puesto que somos el resultado de nada más que átomos aleatorios que se rompen al azar, no hay libre albedrío, no hay libertad, no hay propósito”. Nada tiene sentido.

La única posición que no implica contradicciones lógicas es la afirmación de una verdad absoluta – aunque esta no sea del todo cognoscible- que subyace y asegura todas las verdades menores; y esta verdad absoluta no puede ser alcanzada por ningún medio o conocimiento humano relativo.

Cuando no hay una base segura sobre la que apoyarse, tanto la vida como la socialización de la misma se deterioran y se agrietan sus muros. La verdad absoluta proporciona ese fundamento, ese cimiento que sujeta los muros de la vida. El descubrimiento de la ley natural desde abajo hacia arriba es posible, pero sólo hasta cierto punto. Hay una parte que se nos escapa. No puede captar plenamente la finalidad más elevada del hombre: el amor, o la acción de «amor al prójimo»: No el amor en un sentido anodino y superficial, sino el amor tal como lo mandó Jesús.

Voluntad de Amor contra la egoísta «Voluntad de Poder» es una buena forma de salir del nihilismo.

(FiN) Una sencilla vía de salida del Nihilismo

FiN

Nos basta con la humildad