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Occidente pierde influencia día a día: su política de palo y zanahoria ya no es efectiva ante un mundo multilateral. Con otras grandes potencias a las que ha empujado a coaligarse, sobre todo económicamente. Estados Unidos y su instrumento bélico, la OTAN, que destruyeron Libia, Iraq, Jugoeslavia, salieron por piernas de Afganistán, y se toparon con Rusia en Siria han encontrado la horma de su zapato en la guerra de Ucrania incentivada por ellos usando a Ucrania de país de paja y a sus ciudadanos como carne de cañón. (El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo)
Tabla de contenidos
- El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
- Antecedentes
- Nada salió como esperaban los anglosajones
- Las consecuencias para Europa
- Los motivos de la estrategia estadounidense
- China, la India y el BRICS
- No hay buenos ni malos sino actores de la economía de mercado que parece haber olvidado Occidente
- Occidente mirándose el ombligo está perdiendo su dominio económico
- (FiN) El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
“Estados Unidos y el bloque militar de la OTAN asumen responsabilidades ineludibles en la crisis de Ucrania”. “No está en posición de criticar o presionar a China para que se ponga de su lado”, expresó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, durante una conferencia de prensa en abril. Estas declaraciones muestran un marco sombrío para Occidente, que basa gran parte de su fortaleza en el atractivo de dólar. Y que encuentra en el BRICS liderado por China su adversario global.
La guerra de Ucrania, ha puesto en dudas la capacidad de EE.UU. y la OTAN para seguir manteniendo su statu quo. Y está suponiendo una autodestrucción económica para Europa incentivada por Estados Unidos.
Antecedentes
Cuando Gadafi o Saddan Hussein intentaron desmarcarse del dólar, fueron aniquilados, ellos y sus propios países y sus riquezas repartidas entre las multinacionales americanas. Pero esos tiempos ya pertenecen al pasado, el sirio Bashar Al Asad fue también puesto en el punto de mira pero la decidida intervención rusa, con el acompañamiento iraní, frustró los planes anglosajones.
El Putsch sobre Kiev de la OTAN con su Euromaidán, consiguió colocar en el poder a sus políticos pro-otaneros. Sin embargo, trajo consecuencias muy inesperadas con la ocupación rusa de Crimea. Ucrania se vio aun más dividida en un sector que ya era prorruso como el Donbass. Donde se refugieron los ucranianos de ese origen perseguidos por los golpistas ucranianos con el apoyo de Moscú. Las sanciones posteriores no dieron resultado.
La presión de la OTAN sobre Rusia, el incumplimiento de los acuerdos de Minsk, el acoso genocida de Ucrania sobre los ciudadanos prorusos, los planes de Zelinski de atacar militarmente y bombardear el Donbass y su anuncio solicitando armas nucleares en suelo ucraniano precipitó la invasión rusa de Ucrania, tal como quería USA.
El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
Nada salió como esperaban los anglosajones
Pero nada salió como esperaba Washington. Ni las sanciones contra Rusia, ni el esperado fracaso militar ruso. Al contrario se produjo el control militar ruso sostenido de sus zonas preferentes (el objetivo no era la invasión de toda Ucrania). El debilitamiento de la economía occidental por la crisis del gas natural y energética subsiguiente con el alza de precios, la inflación – también debida a las desatrosas políticas mediambientalistas de la UE- y la crisis de muchas de sus empresas.
Tampoco la apropiación ilegal de los fondos rusos, las innumerables sanciones a Rusia y las crisis recurrentes consiguieron hacer descarrilar ni a Rusia ni a China, apenas ralentizar sus crecimientos a un coste enorme de occidente.
USA echó a Rusia en manos de China. Lenta, pero consistentemente, Rusia se fue acercando China. Salvando desencuentros, suministrandoles crudo y gas ruso; y coordinando primero sus economías para luego aumentar su cooperación militar. Beijing mantuvo su política de acuerdos bilaterales para usar monedas locales en lugar de dólar. Incluso acordó con Arabia Saudí el pago del crudo en yuanes.
La situación comenzaba a ser marcadamente desfavorable para Occidente. Viendo cómo China accedía a la energía barata y abundante rusa junto a sus enormes reservas minerales y alimentarias. China siempre se ha desentendido de las caras y desatrosas políticas Net Zero.
El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
Las consecuencias para Europa
Las cartas que jugó Occidente perdieron peso, el AUKUS (Australia-United Kingdom-United States ) creó rigideces con Francia. A la que dejaron de lado porque no pertenecía al selecto club anglosajón y sus submarinos fueron reemplazados por los de ellos. París perdió decenas de miles de millones en un negocio que ya estaba acordado por decisión de Londres y Washington.
Esto solo era el comienzo. Alemania vería destruida su capacidad industrial por la acción de EE.UU. que primero le dijo que no al gasoducto ruso – alemán (Nord Steam II). Empezando con advertencias y presiones. Y luego atentando y destruyendo el gasoducto para excluir la posibilidad de obtener gas barato. La consecuencia es que la UE tuvo que recurrir al caro GNL (Gas Natural Licuado) que traían los barcos metaneros estadounidenses. Esto sucedió mientras artimañas legales impulsadas por Biden conseguían absorber las empresas alemanas que se encontraban en crisis por la carestía de la energía. En cualquier caso, los países europeos mientras despotricaban contra Rusia le seguían comprando gas natural y petróleo.
El eje anglosajón previamente había separado al Reino Unido de la UE, las razones ahora parecen obvias. La aparente asociación anglosajona con la UE sería sacrificada en aras de privar a Rusia y a China de sus mercados más importantes. Se ha visto claramente que los anglosajones están decididos a mantener su control del mundo al coste que sea. Y si eso significa destruir Europa, se la destruye. (El «fuck the EU» de Victoria Nuland la embajadora estadounidense para asuntos europeos de 2014 debió de haber sido tenido en cuenta por los líderes europeos).
El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
Los motivos de la estrategia estadounidense
Todo esto se produce porque el bando anglosajón no puede competir con Rusia en la provisión de energía a precios baratos y en las mismas cantidades, y porque China había apostado por una Ruta de la Seda que llegaba hasta los mercados europeos, co antaño llegaba a Venecia en tipos de Marco Polo. Así como por el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como bloque de cooperación económica y en busca de una moneda común que sea soportada por el oro y/o las tierras raras para hacer frente a la supremacía del dólar. También querían evitar la influencia ruso-china sobre europa que la alejaría del atlantismo anglosajón.
China ha mostrado ser más competitiva, sus productos son más baratos e innovadores y ha ido desplazando a sus competidores europeos y estadounidenses en muchos mercados – incluído irónicamente el de las energías renovables (Paneles solares y Aerogeneradores)-. Una acción no belicista sino meramente de economía de mercado así como de diplomacia mandarín en África, Sudamérica y en Europa. Y en Asia Menor donde su diplomacia ha logrado un tratado de paz entre enemigos irreconciliables como Irán y Arabia Saudí.
Como este proceso no es posible de ser detenido, USA simplemente intenta la destrucción del oponente. Nada nuevo en realidad porque ese modelo de actuación beligerante lo ha venido sosteniendo USA desde hace años y se ha aplicado en muchas partes su política de tierra quemada, si es necesario, para derribar a sus enemigos estratégicos. Medio Oriente, África e Iberoamérica son pruebas testimoniales de como han destruido esas economías y la propia estabilidad nacional cuando eso les convenía.
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China, la India y el BRICS
Este desafío chino-ruso es importante en sí mismo, pero también lo es porque abre una brecha en el modelo de control atlantista y vuelve al mundo muy multipolar. Países bajo la égida de EE.UU. como el Brasil de Lula dan pasos ambiguos. Un candidato puesto por los Demócratas para sacar del poder a Bolsonaro, quien había llegado a acuerdos relevantes con Rusia y se había opuesto a aplicar la política cultural woke que los Demócratas impulsan. Un Lula «que juega con dos barajas», quien ha renunciado a presidir el BRICS y ha votado contra Rusia en la ONU, ha pactado con China negociar en reales y yuanes en vez del dólar.
El asunto de buscar alternativas al dólar está a la orden del día, entre extraños, pero también entre los propios, y no por desaire sino porque eso lleva a soluciones económicas y permite salir de la trampa de la impresión de dinero y de las deudas que impone el sistema financiero occidental con sus recurrentes estallidos de burbujas financieras.
Discretamente, la India, que se ha negado a integrar el AUKUS contra China (y Rusia), ha multiplicado por 10 sus compras de petróleo ruso, no solo abaratando sus costos energéticos, también refinándolo y reenviándolo a Europa consiguiendo pingües beneficios.
Narendra Modi (Primer Ministro indú), también se ha embarcado en realizar acuerdos bilaterales siguiendo el modelo chino. Ha acordado recientemente con Emiratos Árabes Unidos pagar el petróleo en rupias, lo mismo que con Malasia, quien ha expresado que “no hay razón para que Malasia siga dependiendo del dólar” según opina su primer ministro, Anwar Ibrahim. Malasia además está en conversaciones con China para crear un Fondo Monetario Asiático.
China, finalmente, no está tan lejos de India. China e India han coexistido por milenios y son vecinos, saben que deben encontrar soluciones, lo que no quita que compitan entre sí. Menos aún suponer que se los puede manipular con espejos de colores.
El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
No hay buenos ni malos sino actores de la economía de mercado que parece haber olvidado Occidente
Sucede que las cosas no son como pensamos en este Occidente manipulador, las naciones tienen intereses y no se mueven entre buenos y malos. No lo hacen por los “derechos, libertad y democracia” sino por sus intereses económicos nacionales. No hay buenos ni malos sino actores de la economía de mercado que tanto ha beneficiado a un occidente que ahora está interesado en mantener el dominio useño, y sus políticas woke y del Cambio Climático (Agenda 2030) con los previsibles desatres económicos que van obtener mientras el sureste del mundo se deja de tonterías y se mueven al más puro interés de mercado.
El contexto hoy lleva a aceptar que Occidente pierde influencia día a día, que su política de palo y zanahoria carece ya del efecto dominante de antaño. Todavía puede sofocar sublevaciones de países menores contra su orden internacional, pero no puede contra grandes naciones ni contra conglomerados de naciones donde se están adhiriendo los peces pequeños a la sombra de los grandes. Un mundo multilateral y multifactorial ha llegado para quedarse y su regla es la economía de mercado, la diplomacia, los pactos y los acuerdos de mercado. El mundo está ya cansado de las guerras instigadas por los anglosajones.
Esto está siendo ocultado a los ciudadanos de Occidente por los grandes medios de comunicación que florecen a la sombra de los que les dicen lo que tienen que contar, muchas de estas noticias simplemente son ignoradas y la sociedad occidental permanece sumida en la ignorancia.
El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
Occidente mirándose el ombligo está perdiendo su dominio económico
En Occidente se miran el ombligo y se sigue creyendo en su importancia y su predominio mundial que no ha evolucionado permaneciendo en su status quo hoy retrógrado e indeseado, y sin comprender que hoy son incapaces de imponerse como lo hacían en el pasado.
El viaje a China de Emmanuel Macron, y de la presidente del Parlamento Europeo, Úrsula Von der Leyen ha dejado una sensación de ridiculez patética. Es bueno recordar que el francés tiene su país en llamas mientras una secretaria de Estado, Marlène Schiappa, no tiene mejor idea que posar en sugestivas fotos para Play Boy para reivindicar el derecho de las mujeres para disponer en cualquier situación de su cuerpo.
Las acciones de los europeos son patéticas. Las visitas de Sánchez, Macron y Vonder Leyen a China han dejado una sensación de ridiculez patética. Estos engolados individuos están tan autosobreestimados que no entienden que China es más poderosa que la UE en su conjunto y que es lo suficientemente fuerte como para actuar en forma autónoma y no ceder a las amenazas. Estos personajes de luz viajaron a Beijing con la idea de presionar a Xi Jinping, una acción con una aroma de decrepitud que nos remonta al siglo XIX. Por supuesto, el viaje fracasó y China dejó una vez más en claro, con la sutileza oriental que les caracteriza, que su política de alianza con Rusia está sellada y que no piensa cambiar así como así por la empalagosa seducción europea.
China, además, ha venido sufriendo estoicamente la hostilidad de Occidente. Podemos recordar la humillación a la que sometieron a la presidente de Huawei, las acciones llevadas a cabo sobre TikTok. O los problemas con los chips. Esto, junto con el viaje de Pelosi a Taiwán y la recepción de Tsai Ing Wen en EE. UU.
Beijing sabe además que, después de Rusia- es el próximo blanco de los anglosajones. Algo que está sobre la mesa, no es algo conspirativo u oculto: La hostilidad es manifiesta.
Resumiendo, una asociación menor, en profunda decadencia económica, moral y militar, con una guerra de alta intensidad en su territorio que no puede controlar y que causará su ruina, es avasallada por una nación poderosa en franca decadencia como EE. UU. para presionar a Rusia y a China.
Esta es la desastrosa política internacional de Occidente. Es absolutamente increíble su incapacidad manifiesta para gobernar, trazar estrategias y, en definitiva, comprender la realidad actual:. Un mundo multipolar pleno de alianzas estratégicas y comerciales. Un mundo que no quiere más guerras, ni mensajes catastrofistas (Cambio Climático) ni ideologías wokeras. China, que no deja de ser una autocracia de reminiscencias comunistas, aprendió bien la lección de economía de mercado y cooperación que USA le llevó en la época de Nixon y Kissinger (1972). Y Occidente parece haberla olvidado. El poder del mundo futuro será económico y multipolar, no militar ni extorsionador. Falta por saber si esto acabará también con el globalismo.
(FiN) El mundo anglosajón y su vasallo europeo pierden influencia en el mundo
FiN
China instaura la multipolaridad frente a USA
