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Haciendo una adaptación del famoso aserto ‘Año Nuevo, vida nueva’ vaticino el fin de la farsa pandémica en que se ha convertido el coronavirus; y el agotamiento por desaparición de las excusas ´sospechosas habituales´ de las políticas totalitarias que han aplicado los histéricos ‘goberliantes’. ( ¡Año Nuevo Covid fuera! )
La llegada de Omicron, una variante salvífica con un 80% mayor de transmisibilidad y una levedad semejante a un fuerte resfriado,;que ha desplazado al virus original y a sus variantes cada vez menos dañinas,;va a acabar con esta obscena pachanga autoritaria de la Salud Pública.
Estando cercano ya el pico de la variante Omicron, a una semana vista, es decir, para Año Nuevo acabará la que,;dicen, ha sido la variante del colapso en la atención primaria y una cuasi nula afectación hospitalaria. Es decir, una gripe de las suaves. Así que para el día de Reyes recibiremos el mejor regalo;que nos podían hacer sus Majestades los Reyes Magos: ‘el final entre estertores agónicos de la Covid’. Como es habitual, y los que me conocen pueden dar fe de ello, yo, como siempre, me mojo en mis vaticinios.
Se quedarán los homínidos caciquiles, los que han ejercido con retrogradez cuaternaria de shamanes de la tribu, sin la más mínima; excusa para proseguir con los confinamientos, las multiinyecciones de vacunas génicas, las mascarillas y los pases Covid de los «cohones».
¡Año Nuevo Covid fuera!
Y espero que no sea un ‘La Covid ha muerto! ¡Viva la Covid!’ Espero expectante que destronado el rey vírico no se inventen otro que le sustituya. ¿Quizás el pomposo y relamido rey del Cambio Climático? Monarca pusilánime donde los haya y, por ello, más llevadero.
El personal ya está hasta las bajas ingles y hasta las altas coronillas, harto de toda hartitud – «harto ya de estar harto,;ya me cansé»-, después de veintiún meses de pajas mentales de este globalismo epidémico de amanerado fascismo. Y, creo yo, que no soportarán ni una medida estrambótica o pejiguérica más.
La situación está a punto de caramelo para una revolución en toda regla,;con los cadalsos preparados para iniciar las decapitaciones públicas destos histéricos y soeces personajillos de la dictadura de Salud Pública. Han abusado tanto y tan profusamente del poder que se les confirió;que están ya con un pie en el patíbulo en el que acaban los tiranuelos al uso cuando la plebe iracunda se subleva.
Ellos sabrán lo que hacen. Lo mejor que pueden hacer es cerrar de una vez el kiosko totalitario de las pornorevistas del fascismo epidemial.
¡Año Nuevo Covid fuera!
FiN
Omicron | ¿Un regalo de Navidad?
