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Vacunas contagiosas: El fin de la autonomía corporal

07/04/2022

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.
Tiempo de lectura 2 minutos.

El libre albedrío y la autonomía corporal pronto serán recuerdos de una era pasada; visiones fugaces de una libertad perdida en algún trastero de nuestras mentes. (Vacunas contagiosas: El fin de la autonomía corporal)

Los científicos están desarrollando «vacunas autopropagagables» que podrían transmitirse a otros seres humanos  proximos. Según National Geographic , están trabajando a destajo en experimentos para encontrar una vacuna que se propague a las personas no vacunadas; o incluso a los animales, como si fuera por ósmosis aérea.

El artículo afirma que los científicos están desarrollando actualmente “vacunas contagiosas” para el ébola; la tuberculosis bovina y la fiebre de Lassa (una enfermedad viral transmitida por ratas). Los científicos también planean ampliar sus estudios a otras enfermedades, como la rabia, el virus del Nilo Occidental, la enfermedad de Lyme y la peste.

El objetivo es crear una vacuna que «infecte» al receptor de forma que pueda transmitirla a otros a su alrededor de la misma manera que podría transmitir una enfermedad. Por lo tanto, una persona o un animal vacunados en una comunidad determinada difundirían los supuestos beneficios de la vacunación a quienes los rodean. 

Estas nuevas vacunas serían los llamados virus recombinantes y usarían un citomegalovirus, o CMV, miembro orgulloso de la familia de virus del herpes.

Ni qué decir que esto vulneraría la legislación en materia de consentimiento informado de los pacientes; y va contra la decisión personal sobre qué nos metemos en nuestro cuerpo.

Vacunas contagiosas: El fin de la autonomía corporal

National Geographic informó:

Imagine una cura que sea tan contagiosa como la enfermedad que combate; una vacuna que podría replicarse en el cuerpo de un huésped y propagarse a otras personas cercanas; protegiendo rápida y fácilmente a toda una población de los ataques microbianos. Ese es el objetivo de varios equipos de todo el mundo que están reviviendo investigaciones controvertidas para desarrollar vacunas que se autopropaguen.

Los insensatos defensores de las vacunas infecciosas afirman que el objetivo es revolucionar la salud pública al interrumpir la propagación de enfermedades infecciosas, lo que podría prevenir la próxima pandemia.

Los escépticos, por el contrario, argumentan que los virus utilizados en estas vacunas podrían mutar; saltar entre especies o desencadenar una reacción en cadena con efectos devastadores incontrolados en ecosistemas enteros.

Jonas Sandbrink, investigador de bioseguridad en el Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, señaló: «Incluso si comienzas por establecerlo sólo en poblaciones animales, parte de los elementos genéticos podrían llegar a los humanos». Agregó: «Una vez que colocas algo diseñado y autotransmisible en la naturaleza, no sabes qué le sucede ni adónde irá».

Y no puedo evitar pensar que estas vacunas se están desarrollando para que sea imposible que las personas eviten vacunarse; que sea imposible elegir no infectarse con una vacuna/terapia génica experimental dada. Los que no se quieran vacunar, en el uso de su derecho, se verían efectivamente, y sin saberlo, obligados a ceder sus propios cuerpos a las vacunas y a la voluntad del gobierno u otra entidad. Recuerdan la película: La invasión de los ladrones de cuerpos. 

Hasta el momento, nadie ha realizado ningún estudio de campo o de laboratorio que evalúe el impacto y la seguridad de estas vacunas autopropagables. 

No sólo es que te puedan «inocular», mediante contagio por vía aérea, algo que tú no deseas y de lo que no se conocen sus efectos a medio-largo plazo, es que pueden inocularte cualquier cosa, incluso un virus mortal desarrollado militarmente, o algo que modifique tu ADN.

Vacunas contagiosas: El fin de la autonomía corporal

FiN

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