Tiempos luciferinos | No apto para paganos sensibles

Escritos Católicos - Prosa | Petrorías

04/02/2023

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.

Tiempo de lectura 22 minutos.

Tabla de contenidos

Tiempos luciferinos | No apto para paganos sensibles
(FiN) Tiempos luciferinos | No apto para paganos sensibles

Tiempos luciferinos | No apto para paganos sensibles

Introducción

“La lechuza de Minerva extiende sus alas solo con la llegada del crepúsculo”. Con este aforismo críptico Hegel quería decir que la verdadera comprensión histórica solo se vuelve posible cuando el fenómeno que deseamos comprender ya está en el pasado. Llegado este momento estamos comenzando a aprender lo que significa el fin del cristianismo en Occidente. (Tiempos luciferinos | No apto para paganos sensibles)

«La vida de una persona sin fe es la vida de un animal».
León Tolstoi Calendario de la Sabiduría / 2 de enero

No es la primera decadencia ha habido varias, por ejemplo en el año 604 d.C., los cismas de Oriente y el Protestante,… Pero la actual se debe a que gran parte de los cristianos occidentales se han paganizado – según palabras de Benedicto XVI -. Mantienen el nombre pero relajan los hábitos y el cumplimiento de los preceptos, es un cristianismo de imagen, no de contenido.

En su ensayo, Benedicto XVI, el entonces joven de 31 años señaló: “La apariencia de la Iglesia de los tiempos modernos está determinada esencialmente por el hecho de que de una manera completamente nueva se ha convertido y se sigue convirtiendo cada vez más en la Iglesia de los paganos…, de paganos que todavía se llaman cristianos, pero que en verdad se han vuelto paganos”.
Benedicto XVI ¿Una figura preapocalíptica? – Escritor Español Petrusvil

Así esta decadencia, en mi opinión empezó con la aparición de la tecnología en la Revolución Industrial hacia 1750 y representa una caída prolongada – va camino de los 3 siglos- y es muy profunda y lacerante. De esta decadencia, también según BXVI, la Iglesia auténtica sólo sobrevivirá en pequeñas comunidades de fe.

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Los chamanes de la bioética

Para introducir el tema que quiero desarrollar voy a empezar con un ejemplo. ¿Alguna vez has oído hablar de la «gestación de todo el cuerpo»? Es la idea de las mujeres que eligen donar sus cuerpos, con el cerebro muerto, y el enchufe del soporte vital aún no desconectado, para quedar embarazadas y traer un bebé a término para una pareja que lo quiere. Lo supe a través de este tweet:

Aquí hay un enlace al artículo de la revista de bioética donde se menciona la idea.

Este un ejemplo de lo que hoy llaman bioética. Es una ética utilitarista basada en supuestos “bienes sociales” o “bienes ambientales”, incluso, economicistas: El bien del superhombre que denigra a los hombres utilizando indignamente sus cuerpos. Entre otras cosas los bioeticistas proponen:

Que “tener niños es malo para el medioambiente” Travis Reider de la Johns Hopkins

Que “los ancianos tienen el deber de morir porque son onerosos para la sociedad”, bioética John Hardwig 1997.

“Pagar a las mujeres para que gesten y retrasen su aborto” de modo que los órganos fetales puedan extraerse y usarse en medicina de trasplante, bioético Jacob Appel

Legalizar y obligar a los cuidadores a matar de hambre a los pacientes con demencia, esto se aplicaría incluso si el paciente come voluntariamente: El hambre como la nueva “muerte digna”. bioético Thaddeus Mason Pope (y otros)

Experimentar con “no personas” con discapacidad cognitiva: el pez gordo de la bioética Thomas Beauchamp opinó que” algunos seres humanos con discapacidad cognitiva no deberían ser vistos como “personas”” y, por ejemplo, “podrían usarse como sujetos de investigación humanos y fuentes de órganos”.

Trasplante de órganos porcinos en humanos en estado vegetativo: varios autores de la Universidad de Oxford escriben de manera repugnante: “Como las funciones autónomas y vegetativas de los cuerpos PVS [estado vegetativo permanente] a menudo se pueden mantener durante años, su uso permitiría la oportunidad de probar completamente las consecuencias a largo plazo de un xenotrasplante de órganos sólidos”.

Cosecha de corazones como una forma de eutanasia: un artículo en el Journal of Heart and Lung Transplantation argumentó que los pacientes que desean la eutanasia pueden ofrecerse a morir en el momento de la extracción de sus corazones para usarlos en trasplantes. Los autores escriben que «‘donación en vida’ es el término correcto, aunque normalmente se usa para las personas que donan su riñón y no mueren como resultado de la donación». Sí, de hecho: sacar un corazón palpitante del cuerpo de un paciente será 100 por ciento fatal.

Hasta, aprovechando la covid, los destacados bioeticistas internacionales y profesores de Oxford Julian Savulescu y Dominic Wilkinson. Los autores quieren una licencia que permita experimentar con pacientes gravemente enfermos de COVID-19, experimentos potencialmente letales que no beneficiarían al paciente que incluso precipitarían su muerte :. Se trata de “ Altruismo extremo en una pandemia ” o eutanasia experimental. Savulescu y Wilkinson también quieren permitir la experimentación con pacientes de hogares de ancianos, incluso si no están enfermos

He querido poner varios ejemplos para que Udes. comprendan el grado de degradación moral al que están llegando los chamanes bioeticistas. Mi intención no sólo es resaltar las muchas propuestas deshumanizantes y discriminatorias (y esto solo es la superficie) que han sido hechas a lo largo de los años por lumbreras del movimiento bioético. Sino también una advertencia de cuán profundamente el principio de “no hacer daño” del Juramento Hipocrático ha sido corroído por los llamados expertos. Si cedemos el control de nuestras políticas públicas de atención médica a una tecnocracia bioética, estos son los valores inmorales que probablemente se nos impondrán a todos. Por nuestra propia seguridad y la de aquellos a quienes amamos, en particular los ancianos, las personas con discapacidades físicas y del desarrollo y los enfermos graves, debemos aislarnos socialmente del pandemonium bioético.

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“Homo Deus”

En la novela de CS Lewis “Esa horrible fuerza”, la tercera de su Trilogía espacial, se centra en NICE, una organización de científicos y planificadores sociales que se esfuerza por controlar a la humanidad a través de la tecnología y la racionalidad, eliminando todo lo que es verdaderamente humano. En última instancia, están al servicio de las inteligencias demoníacas. La batalla para detener NICE, entonces, es en última instancia una batalla espiritual. La novela es una premonición de lo que nos está pasando ahora.

Hemos entrado en un período de la historia en el que lo satánico, literalmente, reina. Por «satánico» me refiero a una ética pagana que lleva a la humanidad prometeica a jugar a ser Dios. Yuval Noah Harari, el filósofo favorito del Foro Económico Mundial (WEF), ha vaticinado que estamos a punto de convertirnos en «Homo Deus» (Dios-hombre) gracias a la tecnología. Ahora o pronto seremos capaces de controlar la vida misma, en un grado sin precedentes.

Esto, ciertamente, es la recaída en el pecado primordial, el pecado de soberbia que es origen de todos los pecados. Incluso si no cree que Génesis es cierto, al menos me admitirá que lo es como mito. En el Génesis aparece la rebelión contra Dios (primero con la caída de Lucifer y luego por su engaño a la la humanidad) como el pecado original. La serpiente en el jardín prometió a Adán y Eva que podrían volverse como Dios, …

Volviendo a la novela de Lewis, el héroe dice hacia el final que Occidente se ha perdido para el cristianismo, y dondequiera que Occidente toca en el mundo, la luz de la verdad se desvanece. Lewis escribió esto en 1945, ¡el año del triunfo sobre Hitler! Vio lo huera que era la victoria. Sabía, como sabía TS Eliot, que Occidente ya era poscristiano. ¿Alguien a estas alturas puede dudarlo?

Todos esos médicos e investigadores médicos que mencioné anteriormente, incluso los cristianos, todos entumecidos moralmente, deben creer cada uno a su nivel que son agentes del Progreso. Si no lo hicieran, no podrían en buena conciencia hacer lo que están haciendo. Tratar a los cadáveres como incubadoras para que las personas que quieren tener hijos puedan tenerlos: si eso no es satánico, ¿qué es? Es la instrumentalización más absoluta de la vida humana. Anticipando lo que se nos ha venido recordemos que ya hicimos un bebé en un tubo de ensayo en 1973 . El principio está establecido, hacia el hombre-dios por la tecnología; para ello el hombre hará cualquier cosa, no habrá límites éticos que no puedan ser traspasados.

A través de nuestros gobiernos y los entes supranacioneles (ONU, FMI,…), la esfera pública; y de las principales instituciones y ricos personajes de impostada filantropía de la esfera privada, se está imponiendo una ideología devastadora a las personas y sin dejarles ninguna salida. Específicamente, las estamos presionando para que abandonen el modelo tradicional de la familia, y que entrenen a sus hijos para experimenten sexualmente con sus cuerpos, para que se rebelen contra sus propios cuerpos (ideología Trans) y lleguen a querer separar sus penes y senos de sus cuerpos, y que les saquen los úteros —los órganos de generación de vida y de crianza— de sus cuerpos, para que sean sus propios “Yoes Más Completos”.

¿Es que nadie se da cuenta de lo que está pasando o es que actuamos como si no pasara? ¿O estamos, tan engañados por la propaganda y la comodidad de nuestras entretenidas vidas, y los recuerdos nostálgicos de la civilización occidental que fuimos alguna vez, que preferimos vivir entre mentiras?

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Superhumanos y subhumanos: El hombre-cerdo

Allá por el año 2000 – parece hace un eón-, Jody Bottum escribió un ensayo profético para el Weekly Standard: “The Pig-Man Cometh” . Extracto:

El jueves 5 de octubre se reveló que los investigadores de biotecnología habían creado con éxito un híbrido de un ser humano y un cerdo. Un hombre-cerdo. Un hombre cerdo. La realidad es tan indecible que las palabras mismas no quieren ir juntas.

Extrayendo los núcleos de las células de un feto humano e insertándolos en los óvulos de un cerdo, los científicos de una compañía australiana llamada Stem Cell Sciences y una compañía estadounidense llamada Biotransplant cultivaron dos de los hombres-cerdo en embriones de 32 células antes de destruirlos. Los embriones habrían crecido más, admitieron los científicos, si hubieran sido implantados en el útero de una cerda o de una mujer. Ya sea una cerda o una mujer. Una mujer o una cerda.

Los creadores han sugerido que su propósito al diseñar este cerdo humano es construir una nueva raza de criaturas subhumanas para uso científico y médico. El único uso previsto es crear animales, afirmó la semana pasada el jefe de Stem Cell Sciences, Peter Mountford, retrocediendo furiosamente una vez que se filtró la noticia del hombre-cerdo de la oficina de patentes de la Unión Europea. Dado que las criaturas son un 3% cerdos, las leyes contra el uso de personas como sujetos de investigación no se aplicarían. Pero dado que son humanos en un 97%, se podrían realizar experimentos rentables con ellos y podrían guardarse en cámaras frigoríficas vivas para suministrar órganos y tejidos trasplantables.

Pero también se ha sugerido que el propósito de los creadores no es tanto corromper a la humanidad como elevarla. La creación del hombre cerdo es una prueba de que podemos superar las barreras genéticas que alguna vez impidieron el cruce entre humanos y otras especies. Por fin, entonces, podemos comenzar a diseñar una nueva raza de seres con perfecciones de las que carece la mera especie humana: mayor fuerza, mayor belleza, mayor rango de vida, inmunidad a las enfermedades. «En el sentido teórico extremo», admitió Mountford, los embriones podrían haber sido implantados en una mujer para convertirse en un nuevo tipo de ser humano, aunque, por supuesto, aseguró a los medios australianos, algo así sería «éticamente inmoral, y es no es algo que nuestra compañía o cualquier científico respetable buscaría”.

Pero, ¿qué diferencia hay si la intención de los investigadores es crear subhumanos o superhumanos o ambas cosas? O quieren hacer una raza de esclavos, o quieren hacer una raza de amos. Y de cualquier manera, significa el fin de nuestra humanidad.

No puedes decir que no fuimos advertidos. Esta es la isla del Dr. Moreau, sin ir más lejos tenemos la isla de Epstein donde se explotan sexualmente a niños y niñas para gozo de ricos y famosos. Este es el nuevo mundo feliz de sexo desenfrenado, drogas de la felicidad, control de la natalidad (aborto) y eutanasia consentida. Esta es la cámara de los horrores del Dr. Frankenstein creando hombres-cerdo. Esta es la habitación del Dr. Jekyll donde se vive la esquizoide interacción entre ángeles y demonios. Este es el Pandemonio de Satanás, la ciudad de la autodestrucción que los ángeles rebeldes forjaron en su orgullo devorador.

Pero ahora que realmente ha llegado, se ha manifestado de un modo ineludible, real, no parece haber palabras que puedan describir su horror lo suficiente como para detenerlo. Que Dios tenga piedad de nosotros, porque nuestro moderno Dr. Moreau, nuestros orgullosos biotécnicos, nuestros científicos genéticos más avanzados, ya han anunciado que no tendrán piedad. Todos los cánones y consideraciones morales van a ser traspasados por mor del “Homo Deus”.

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Una visión retrospectiva veinte años atrás

Eso parece casi pintoresco ahora pero si viajaramos veinte años atrás para contar lo que ocurre hoy ¿qué les diríamos?:

Si le contaras a la gente en ese entonces que en poco más de veinte años, los científicos propondrían usar cadáveres como incubadoras, ¿te habrían creído?

Si hubieras dicho que el gobierno de su país se propone educar a los niños para que consideraran que podrían ser del sexo opuesto, o de ningún sexo, y ese mismo gobierno estaría defendiendo los procedimientos transgéneros quirúrgicos y químicos para cambiar el sexo (supuestamente) de los niños y adolescentes, ¿habría pensado la gente que sufrías alucinaciones?

lSi les hubieras informado que este tipo de formación ideológica estaría en toda la cultura popular, e incluso las escuelas primarias y los jardines de infancia se la estarían enseñando a los niños, hipersexualizándolos se habrían burlado de ti como alarmista.

Si hubieras dicho que las escuelas, incluso las secundarias, almacenaría en sus estantes libros ilustrados para niños que les enseñan cómo chupar un pene, y los alentaría a registrarse en aplicaciones que les permiten conocer hombres homosexuales para tener sexo anónimo, te habrían tachado de loco.

fSi les hubieras dicho que los políticos incentivarían que los niños pudieran tener relaciones sexuales con quienes quisieran, incluidos adultos y que, para ello, se inclinarían abiertamente por despenalizar la pederastia.

jSi les comentaras que habría un presidente de los EE.UU. que mostraría su pedofilia explicitamente en sus imágenes públicas pensarían que eres un conspiracionista.

Y si, finalmente, hubieras dicho en el año 2000 que antes de que terminara la década, los niños tendrían en sus manos un dispositivo que les permitía acceder instantáneamente a la pornografía dura (pandillas, bestialidad, violación, lo que quisieras) y no solo eso, sino que los padres, incluso los padres conservadores bien intencionados, entregaran estos dispositivos en manos de los niños… nadie te hubiera creído.

Todo ha llegado a pasar. Todo ello. Y apenas están comenzando.

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Niños y adolescentes hipersexualizados

Conclusiones de un informe de hoy en día del periódico Independent en el Reino Unido:

Casi la mitad de los jóvenes cree que las niñas esperan que el sexo implique agresión física, según un informe sobre pornografía. Advirtiendo que ahora es un «momento vital» para garantizar que los niños estén protegidos contra el contenido dañino en línea.

La investigación recientemente publicada encontró que uno de cada 10 niños ha visto pornografía cuando tenía solo nueve años. Y la mitad de los encuestados la había visto antes de cumplir los 13 años.

El consumo de pornografía está «generalizado» entre los niños con efectos muy nocivos. El 47% de los jóvenes de entre 16 y 21 años creen que las niñas «esperan» agresión física en el sexo. Y el 42% que dijo creer la mayoría de las niñas “disfrutan” de los actos de agresión sexual.

Este es el mundo en el que vivimos ahora: uno en el que puedes comprar muñecas sexuales infantiles, y una de las compañías de medios más poderosas del mundo, Meta, permite promocionarlas en sus plataformas (las imágenes son de las muñecas, por cierto, no de seres humanos reales):

Réplica de niñas prepúberes en lencería + cadenas: Promoción de muñecas de abuso sexual infantil en @instagram
@meta @mosseri @nickclegg @DavisAntigone pic.twitter.com/qbiYYw42uE
– Grito colectivo (@CollectiveShout) 30 de enero de 2023

Este es también el mundo en el que vivimos:

1/Los hombres se unen excitados al escuchar a una mujer llorar de dolor. Recuerdan con cariño su infancia y el llanto de sus madres por el abuso de sus padres. Se jactan/fantasean con hacer llorar a sus novias. 562.000 visitas. Algunos de sus comentarios a continuación. pic.twitter.com/pFEzX7ro4T
– Valkyrie (@valkyrieposten) 28 de enero de 2023

Una feminista cristiana activista contra la pornografía cuenta que las niñas en las escuelas cristianas tienen que lidiar con niños, niños pequeños, que les hacen gemidos sexuales todo el tiempo, incluso en la capilla. También me dice que se está volviendo imposible, incluso en las escuelas cristianas donde solía hablar, dar charlas sobre el transgénero y su amenaza para las niñas y las mujeres. No es agradable. Simplemente pedir que se separen los niños y las niñas para las presentaciones es suficiente para ser llamado fanático y transfóbico. Dos escuelas para niñas fundadas por la iglesia me dijeron al llegar que no podía usar las palabras ‘mujeres’ y ‘niñas’ en mis charlas. Podría valer la pena aclararlo, ¡porque es aún peor!

Esto es lo que significa vivir en un mundo poscristiano, un mundo en el que se han repudiado las normas morales enseñadas en la Biblia y por Jesucristo en El Nuevo Testamento. No estamos creando el Paraíso; estamos creando el infierno.

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La paganización de la cultura

Este nuevo orden se está consolidando por todas partes. Se está produciendo la paganización de la cultura. Pronto no quedará ningún recuerdo cultural de cómo eran los Tiempos de Antaño. De esto se trata con la campaña Woke para reemplazar estatuas antiguas por nuevas.

El gran libro del historiador Edward Watts «The Final Pagan Generation«, trata sobre la forma en que las élites romanas del siglo IV abordaron sus tiempos cambiantes. Ese fue el siglo en que el Imperio Romano cambió de pagano a cristiano. Comenzó con el Edicto de Milán de Constantino cerca del comienzo del siglo. Pero simplemente declarar que el cristianismo es la religión del Imperio no era suficiente. Todo el siglo presentó luchas por el poder dentro de la cultura. Hubo grandes peleas por las estatuas, ya que tanto los paganos como los cristianos entendieron que lo que se presenta como monumental en público expresa el orden invisible que sustenta el Imperio.

Realmente no hay forma de evitar este conflicto. Nuestro marco liberal nos ha cegado en un grado significativo a la naturaleza de la dinámica de poder entre marcos radicalmente incompatibles. La «tolerancia religiosa» es una gran idea, una que apoyo, siempre que las religiones que se toleran generalmente estén de acuerdo en las cosas. Pero la Iglesia de Satanás ha hecho un trabajo brillante al mostrar cuán absurda es la tolerancia religiosa liberal, al obligar a los espacios públicos a erigir estatuas e imágenes satánicas, con base a la libertad de expresión religiosa. Hay que dárselo a ellos: saben cómo explotar las debilidades del liberalismo secular. Lo que estamos viviendo ahora es un desenmascaramiento de la verdadera naturaleza del conflicto y la debilidad con la que el liberalismo puede defender el Bien.

Es así: si la “libertad de expresión” hace que la pornografía dura ampliamente distribuida sea legal y fácilmente disponible. ¿No es entonces la “libertad de expresión” una píldora suicida de la civilización? Esta es una pregunta que tenemos que enfrentar, una que nos plantea la tecnología.

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La tolerancia religiosa hace que sucumbamos al paganismo

La “libertad de religión” nos dirige a tolerar el satanismo y el ocultismo en una convivencia imposible porque una de las dos culturas terminará prevaleciendo. Y, normalmente prevalece la menos tolerante. Este es uno de los significados de la guerra de las estatuas. Como las que ahora se encuentran en espacios públicos en la ciudad de Nueva York y en el antiguo Lee Circle en Nueva Orleans. Una celebra el aborto y la otra a una diosa budú. Si eres un materialista estricto, no tienes ningún problema particular con esto.

Se trata de la autoexpresión o la celebración de la tan cacareada diversidad. (Aunque probablemente debería pensar mucho sobre el conjunto más profundo de valores culturales que esos símbolos religiosos llevan consigo). Si usted es un cristiano tolerante típico, podría pensar de manera similar. Pero si eres un cristiano cuyas ideas sobre la materia y el espíritu chocan con esta modernidad, entonces entiendes que no es posible ser neutral con respecto a estos símbolos. Significan algo. La materia importa.

Incluso si eres un materialista estricto y piensas que no hay más significado inherente en una estatua de una diosa africana en Nueva Orleans que en una estatua de la Virgen María, aún tienes que confrontar la cultura. El hecho de que las estatuas, como todo arte público, expresan un orden social unas veces compartido por común y otras consentido o pactado. La razón por la que la estatua de Robert E. Lee fue retirada en el antiguo Lee Circle en Nueva Orleans es porque el orden social previo que colocó la estatua ha muerto.

Fuera de las connotaciones racistas de los confederados y el deseo de los ciudadanos negros de retirar la estatua lo que es manifiestamente relevante es la estatua elegida para sustituirla. Ahora el nuevo orden cultural en Nueva Orleans cree que es bueno erigir una estatua en honor a una diosa africana, con una serpiente. No significa que todo el mundo ame la estatua, y ciertamente no que todo el mundo adore a las deidades africanas paganas. Pero sí significa que una estatua que habría sido impensable en un pasado no muy lejano, porque habría sido vista (probablemente también por la mayoría de los negros de Nueva Orleans) como un sacrilegio, ahora ocupa un lugar de honor en la ciudad.

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La lucha de las estatuas como símbolos

Eso significa algo. Los paganos y los cristianos del siglo IV lo habrían entendido bien. En su libro de 1989 «Cómo recuerdan las sociedades» , el científico social inglés Paul Connerton escribió sobre cómo solo podemos entender el presente si comprendemos el pasado, y que la memoria social (o la memoria cultural) es algo construido. Connerton escribe sobre cómo construimos la memoria cultural a partir de artefactos físicos, en términos generales. No solo de estatuas y pinturas. También de actos como cortar la cabeza del soberano para simbolizar el fin del viejo orden y el comienzo del nuevo. O cambiar la moda que usaba la gente, para transmitir el cambio del orden (no la evolución del orden, sino el cambio revolucionario del mismo).

La «demoníaca» estatua que apoya el aborto sobre la azotea de un tribunal en Nueva York

Recientemente apareció una estatua en un juzgado de Nueva York, ocupando un pedestal cerca de legisladores famosos como Moisés y Confucio. Es una mujer dorada, o al menos una figura femenina, con cabello trenzado en forma de cuernos, raíces o zarcillos por brazos y pies, saliendo de una flor de loto.

La escultora de la figura, la artista paquistaní estadounidense Shahzia Sikander, ha enfatizado el significado político de su obra. La mujer dorada usa una versión del collar de encaje de la jueza Ruth Bader Ginsburg, y está destinada a simbolizar el poder femenino en un mundo legal históricamente dominado por hombres y para protestar por la reversión judicial del caso de Roe v. Wade que legitimaba el aborto.

Pero el trabajo es claramente un intento de un ícono religioso también, uno forjado en una confusión de tradiciones espirituales. Coincide con una estatua similar del mismo artista que lleva la palabra «Havah», que evoca el nombre árabe y hebreo de Eva y, por lo tanto, hace un reclamo feminista sobre la tradición monoteísta. Pero las imágenes de la estatua del palacio de justicia también son panteístas, las raíces y las flores evocan la espiritualidad de la naturaleza, «un híbrido mágico de planta y animal», como lo expresó un crítico de arte. Y finalmente, es muy difícil no ver las trenzas como cuernos, los zarcillos que parecen un poco como tentáculos, como una apropiación de las imágenes cristianas de lo demoníaco en una estatua que se opone a la política del cristianismo conservador.

La estatua pagana colocada en lo alto del edificio de la Corte Suprema de Nueva York simboliza el repudio del orden social dominado por los cristianos. La cultura en muchos lugares del mundo se está reorientando al paganismo y a lo demoníaco desplazando al moribundo cristianismo.

Habrá la habitual explicación liberal del significado religioso en un intento de convencernos a todos de que es positiva o benigna. Nuestras mentes han sido tan abiertas por los hábitos liberales que nuestros cerebros han convulsionado. Es por esos mismos motivos que la gente se deja convencer de que es “celebrar la diversidad” permitir que la mente de sus hijos sea colonizada por maestros que intentan alienar a los niños de sus cuerpos, hipersexualizarlos y destruir su sentido estable de sí mismos de manera que ya no sabrán nunca lo que son. Es como si el liberalismo tardío se hubiera convertido en el tipo de veneno que anestesia las mentes mientras trabaja para disolver la conciencia. Por otro lado, si te rebelas y si atacas estas cosas, este supuesto buenismo dogmático liberal, serás cancelado.

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El deísmo terapéutico moralista ha desplazado al cristianismo real

Volviendo otra vez al libro de Lewis, está todo esto en él, en Esa horrible fuerza diluidora de conciencias. El NICE (Instituto Nacional de Experimentos Coordinados) es el rostro sonriente y progresista que enmascara algo extremadamente siniestro. Es el tipo de cosas que obtienes cuando el deísmo terapéutico moralista ha desplazado al cristianismo real (o al judaísmo o al Islam). Estamos convocando cosas que no pueden ser fácilmente des-convocadas.

Deísmo terapéutico moralista:
– Existe un Dios que creó y ordenó el mundo y vela por la vida humana en la tierra.
– Dios quiere que las personas sean buenas, agradables y justas entre sí, como se enseña en la Biblia y en la mayoría de las religiones del mundo.
– El objetivo central de la vida es ser feliz y sentirse bien consigo mismo.
– Dios no necesita estar particularmente involucrado en la vida de uno, excepto cuando se necesita a Dios para resolver un problema.
– La gente buena va al cielo cuando muere.

La teoría de la cultura (artículo en PDF) de Philip Rieff sostenía que toda cultura se define por lo que prohíbe. Cuando publicó esto en la década de 1960, dijo que nosotros, en el Occidente poscristiano moderno, estamos intentando algo nunca antes visto en la historia: construir una cultura sobre la prohibición de la prohibición. Rieff dijo que no se podía hacer y, por supuesto, tenía razón en eso. La “tolerancia liberal” fue solo una fase para neutralizar a los defensores del viejo orden hasta que pudiera ser borrado en los corazones y mentes de los occidentales (al menos aquellos en las clases de liderazgo de élite), para preparar el camino para el nuevo.

Los conservadores en las iglesias protestantes principales que fueron derrotados por los liberales que comenzaron buscando solo «tolerancia» para los diferentes puntos de vista saben cómo funciona esto. También lo hacen las personas que recuerdan alrededor de 2005, cuando el mantra de la tolerancia era «¿Cómo daña el matrimonio de mis vecinos homosexuales el mío?» Ningún opositor sensato del matrimonio entre personas del mismo sexo pensó que el asunto era tan crudo como eso. Pero vimos que habría un movimiento lógico e inevitable de la tolerancia del matrimonio entre personas del mismo sexo a la afirmación obligatoria de todas las cosas LGBT. Y estamos por ahí. Dos órdenes sociales radicalmente incompatibles solo pueden convivir incómodamente, y por un corto tiempo.

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La Máquina

La “tolerancia” es sólo una virtud dentro de un marco cultural ampliamente compartido. En Europa, por ejemplo, inevitablemente habrá un enfrentamiento entre los musulmanes y el orden social poscristiano. O bien los musulmanes tendrán que aceptar ser menos musulmanes (según las propias normas históricas del Islam y su autocomprensión), o el orden social dominante tendrá que volverse más islámico. Esto no quiere decir que los musulmanes sean malas personas, o que los liberales seculares sean malas personas. Es simplemente decir que lo que ambos lados creen como fundamentalmente cierto sobre la naturaleza de la realidad y cómo la sociedad debe organizarse en torno a ese entendimiento, no se puede reconciliar. Son demasiado radicalmente diferentes para coexistir.

Ahora, el escritor inglés y cristiano converso reciente Paul Kingsnorth ( y su Substack) está haciendo un trabajo importante analizando “la Máquina”, como él la llama. Uno de los análisis culturales proféticos más vitales de nuestro tiempo. La Máquina, el sistema que nos tiene agarrados del cuello. Opera sobre una base metafísica que dice que la materia no importa, que es solo material que podemos usar para obtener lo que queremos. Si también llegamos a ver a los seres humanos como nada más que materia, química, entonces se deduce que podemos hacer lo que queramos con los humanos.

Siempre que los seres humanos son reducidos a datos —como en Auschwitz— está presente lo que los cristianos llamamos Anticristo. Ver a la persona como nada más que datos borra la imagen de Dios en esa persona. («El organismo es un algoritmo«, pregona Yuval Noah Harari). Estamos haciendo esto ahora, de diez mil maneras diferentes. Y muy pocas personas están haciendo algo para resistirse. Ni siquiera lo ven, no lo perciben, tal vez porque no quieren. Así es como la Máquina gana.

Así es como Belcebú nos entrega a una medianoche permanente. La gente debe despertar y resistirse a las fuerzas demoníacas.

Otro elemento clave en todo esto es la confianza contemporánea en que podemos, para todos los efectos y propósitos, cambiar nuestras identidades, lo que por supuesto incluye nuestras actitudes sociales, prácticamente como queramos.

Si hay una forma de detener este tren bala, no la veo. Será mejor que empecemos a resolver esto ahora, de lo contrario, estamos muertos.