Rusia y Ucrania ante un largo stand-by

Uno de los aspectos secundarios harto epatantes de la crisis en Ucrania es la hiperreacción de los medios occidentales que salían como sabuesos que han encontrado un nuevo hueso después del fin de la Covid. Ha sido una mezcla de patriotismo, histeria desquiciada y golpes de pecho. El comienzo de los combates reales en Ucrania ha empeorado la situación en el espacio enloquecido de la información. Y ahora estamos en la típicasituación de propaganda de guerra vertida a través de los medios de comunicación occidentales. (Rusia y Ucrania ante un largo stand-by)

Rusia y Ucrania ante un largo stand-by

Medios de Comunicación no fiables

Así que, si quiere saber lo que está sucediendo en Europa en este momento, evite los medios de comunicación occidentales. Han sido pillados usando imágenes antiguas de diferentes eventos y capturas de pantalla y vídeos de películas o vídeojuegos. Hasta corresponsales ridículos con casco emitiendo en directo con turistas detrás haciendo fotos. Los medios de comunicación parecen estar dispuestos a creerse cualquier tontería extravagante sobre ambos lados en conflicto. El relato mediático inviste a los ucranianos como si fueran los espartanos de las Termópilas y a los rusos como cerberus de tres cabezas sedientos de sangre; y no son ni una cosa ni la otra.

Rusia y Ucrania ante un largo stand-by

Lo que podemos saber con la escasa información de la que disponemos

Lo que sabemos hasta ahora es que ha habido algún contacto entre las fuerzas ucranianas y las fuerzas rusas y algunos bombardeos rusos. No ha habido los típicos bombardeos masivos previos a una gran invasión sino que que ha habido una ocupación militar de zonas muy concretas de Ucrania y los bombardeos y otras acciones militares han ido encaminados a objetivos militares. También sabemos que los rusos ahora se están posicionando en las afueras de varias ciudades y lugares estratégicamente importantes.

Tampoco hemos visto muchas imágenes confiables que muestren un combate intenso. Lo cierto es que no hemos visto ni una puñetera imagen de la guerra en Ucrania. Ni un periodista filmando operaciones de guerra en vivo. Ni gente grabando con sus móviles los bombardeos y ataques terrestres y poniéndolos en las redes sociales. ¿Dónde está la guerra en directo que tanto gusta mostrar? Tanto que les gusta a los medios poner imágenes de guerra en vivo y no emiten nada. ¡Raro, raro, raro! Salvo que estas no existan.

También sabemos que los ucranianos han estado dispuestos a entablar conversaciones de paz, después de negarse inicialmente. La primera ronda sucedió hace unos días y está programada otra ronda esta semana. 

Visto como un todo, aún a sabiendas de que faltan muchas piezas del rompecabezas, la situación más probable en este momento es que se está entrando en un estado de stand-by. Los rusos parecía que arrasarían pero no han llegado a entrar en las principales ciudades. Lo que está claro es que han ocupado las provincias en disputa en el Este ( Donetsk y Lugansk) y han liquidado a los irregulares ucranianos. Se puede interpretar la falta de imágenes habituales en otros conflictos como el resultado de dos ejércitos en un enfrentamiento relativo mientras lo que se desata es una guerra de posiciones, política y psicológica de desgaste.

Rusia y Ucrania ante un largo stand-by

Un stand-by con media-baja intensidad de guerra compartido por rusos y ucranianos

A los ucranianos se les ve poco motivados al enfrentamiento directo con el ejército ruso, ya que eventualmente llevarían las de perder y las víctimas entre la población civil serían numerosas. Tienen el respaldo, exiguo eso sí, de Occidente y cuanto más tiempo esté su ejército intacto y funcionando, tendrán más oportunidades de llegar a un acuerdo con los rusos. Para Zelensky, su ejército y sus ciudades son fichas que jugará durante las próximas semanas para lograr alcanzar un trato. 

Lo curioso es que los rusos pueden tener un cálculo parecido. Mientras el grueso de su ejército esté acampado fuera de Kiev, tienen sus opciones intactas. Mientras tanto pueden dedicarse a resolver la cuestión de las provincias orientales que ya no pertenecen a Ucrania. También pueden obligar a la OTAN a discutir sus preocupaciones de seguridad de una forma más seria. Cuanto más tiempo esté su ejército en el terreno, más dispuesto estará Occidente a llegar a un acuerdo con ellos.

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Lo que está haciendo Zelenski

Ahí es donde terminan las similitudes entre Ucrania y Rusia. Zelensky accedió a las conversaciones porque sabe que la otra opción es convertirse en payaso o showman en alguna cadena televisiva. Si los informes de prensa fueran ciertos y el heroico ejército ucraniano estuviera luchando contra los rojos, su posición sería simple: O Rusia se va o de lo contrario seguirá lucho hasta sucumbir. Sin embargo Zelensky está jugando sus cartas para ganar tiempo y evitar quedarse a las primeras de cambio sin su propio país. Está buscando un trato que salve las apariencias que le permita seguir en el poder y en buenos términos con Occidente.

Por ahora, los ucranianos pretenden alargar el tiempo de conflicto todo lo que puedan. Occidente ondea su bandera en las redes sociales y en los mass media y promete un apoyo que no llega, salvo material armamentístico y suministros. Los ucranianos, por ahora, no se  encuentran forzados a llegar a un acuerdo con los rusos, que parece ser el final más probable de este conflicto. Así que tienen todas las razones para ganar tiempo y esperar que suceda algún «milagro» que haga que los rusos cambien de posición.

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Lo que quieren los rusos

Los rusos quieren lo que han conseguido hasta ahora y dos cosas más. Tienen las dos provincias orientales y no las van a devolver los ucranianos. Lo que pretenden con las conversaciones de paz es el acuerdo de Zelensky sobre este hecho. También quieren poner fin a las discusiones sobre la entrada de Ucrania en la OTAN o la UE. Y esto pasa, principalmente, por doblar la mano de Washington.

El tiempo se ha convertido en un comodín para ellos. Se suponía que los rusos querían noquear rápidamente a los ucranianos, pero eso parece ser incierto. Lo que buscan es un trato con este gobierno ucraniano, no pretenden instalar un gobierno títere de Moscú en Ucrania. Eso significa que manejan una línea de tiempo mucho más larga de lo que se había sugerido. Se desconoce cuánto tiempo están dispuestos o pueden mantener su ejército en el territorio, pero seguro serán meses o tal vez más. Desconocemos su estrategia temporal para terminar con la situación.

Rusia y Ucrania ante un largo stand-by

Los efectos económicos del conflicto influirán mucho en su resolución

Otro aspecto que influirá en todo esto es la economía. Ucrania y Rusia son suministradores de alimentos, metales, petróleo, gas natural y energía. La razón por la que la región se vio convulsionada por las revueltas hace diez años fue el aumento de los precios de los alimentos y el combustible. En un mundo que ya sufre una inflación de dos dígitos y problemas en la cadena de suministro, otro factor más añadido que eleva los precios de los artículos esenciales podría crear grandes problemas para Occidente, sobre todo para la UE por la subida de los precios de la energía.

Lo que todo esto significa es que este conflicto podría prolongarse durante cierto tiempo antes de que las partes decidieran que se tienen que sentar a arreglar las cosas. 

También significa que los genios de Washington y Bruselas que instigaron esto por el expansionismo de la OTAN no anticiparon nada de lo que está sucediendo. Eso seguramente retardará las posibilidades de llegar a un acuerdo con Rusia. USA y la UE se han apalancado en sus posiciones, y en aplicar débiles sanciones a Rusia que no tendrán mucho efecto y no ven más allá por lo que no pueden firmar ningún acuerdo en este momento. Eso alargará, a su vez, cualquier negociación entre Ucrania y Rusia.

(FiN) Rusia y Ucrania ante un largo stand-by

FiN

Los expertos ya advirtieron que la expansión de la OTAN conduciría a una guerra