¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?

Artículos - Prosa | Petrorías

11/09/2021

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.

Tiempo de lectura 6 minutos.

¿Quien le pone el cascabel al triunvigato?

Tabla de contenidos

¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?
(FiN) ¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?

Este post os hablo de dinero, inflación y el poder de los bancos centrales; explicado de una manera sencilla pero con la mínima integridad requerida. Antes de empezar, un magnífico videoblog que explica en que consiste la inflación y como se crea. Creánme que después de verlo lo habrán entendido a la perfección aunque no sean economistas. Decir que al hablante Xavier Sala i Martín sólo lo aprecio, y mucho, por ser un gran economista con un bien ganado prestigio pero ahí acaba mi admiración dado que sus actividades secesionistas no me resultan gratas. Sin embargo, les recomiendo seguir sus videoblogs, son muy instructivos. (¿Quien le pone el cascabel al triunvigato?)

¿Por qué existe la inflación? | Xavier Sala-i-Martin

VIDEO

Eso si le falta aquí al Sr. Sala i Martín precisar, y esto es muy importante, que según la ecuación cuantitativa, ceteris paribus, si la cantidad de dinero (Ms) crece al ritmo que crece la economía (el PIB) no habría inflación.

Pero vayamos ya al asunto principal de esta entrada.

Nadie está más desesperadamente esclavizado
que los que creen falsamente que son libres.
Johann Wolfgang von Goethe –
1749-1832

¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?

El post de Vicente Jiménez : «Jefferson, Montesquieu and the banks»

Excelente como siempre Vicente Jiménez ( @parnasillo ) en su blog, que recomiendo a mis lectores. En concreto uds. pueden leer este post «Jefferson, Montesquieu and the banks» al que hago mis comentarios a continuación o pasar directamente a mis comentarios, como deseen.

El sistema bancario tal como ha sido creado no tiene nada que ver con el que un economista liberal propondría y que debilitaría en mucho ese poder de los bancos que, realmente, ha sido investido por los políticos y es por ello que se apoyan mutuamente. No olvidemos que el sistema bancario está controlado y supervisado por los Bancos Centrales que, aunque digan lo contrario, no son independientes del poder político. Sin embargo tampoco podemos olvidar que el primer banco central fue creado por los banqueros y los políticos, por ello forma parte de la dictadura impuesta por las oligarquías políticas y bancarias conjuntamente.

¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?

Comentarios al post: ¿Cómo debería ser el Sistema Bancario?

Por otro lado, lo que un economista de la escuela austríaca diría, es:

Los bancos deberían dejarse caer y cerrar como cualquier otra empresa. Y cada uno asumiría sus pérdidas. Lo que todo el que abre una cuenta olvida o no sabe es que al hacerlo realmente firma un contrato de crédito en el que presta su dinero al banco, y luego ese préstamo puede ser no devuelto. Ahora se garantiza un máximo de 100.000€, aunque en las quitas puede ser menos. ¡Qué chollo para cualquiera eso de que le salven de sus errores!

Unos bancos sólo deberían guardarte el dinero cobrándote una comisión por ello y por la logística de las transacciones. Otros bancos “prestamistas” se encargarían de dar préstamos pero con dinero de sus accionistas no con los depósitos de sus clientes. Se separaría la banca crediticia de la banca «hucha» Esto, claro, limitaría su poder porque la Banca crediticia podría caer como cualquier empresa.

Como los bancos ya serían como cualquier otra empresa, los Bancos Centrales no los controlarían y sólo se encargaría de imprimir el dinero que la economía REAL necesita, es decir, la cantidad de dinero crecería o decrecería al mismo ritmo que lo hiciera la economía con lo cual la inflación sería mínima, sólo la estructural debida los ajustes de la cantidad de dinero y a la extrema dificultad técnica que conlleva. Otros proponen volver al patrón oro de manera que el dinero esté respaldado por un bien real, pero esto es largo de explicar y lo dejaré para otra ocasión.

Hacer el punto anterior supondría eliminar el coeficiente de reservas (el dinero que se tiene que quedar el banco como reserva, es decir, sin prestarlo) con lo cual los bancos dejarían de crear «dinero ficticio». Esto es porque esa creación de dinero vía prestamos sucesivos con el mismo dinero físico (billetes) no está del todo sujeto al crecimiento de la economía y a la necesidad real de dinero de la economía. Otra fuente de poder de la banca y el mecanismo por el cual generan sus grandes beneficios (Los préstamos).

¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?

En realidad todo el dinero creado por la banca son deudas. Los bancos centrales limitan la cantidad de dinero que pueden prestar los bancos en relación a los depósitos, eso es el denominado Coeficiente de Reservas (CR). El dinero emitido por el Banco Central es de por sí es una deuda que el BC tiene con el poseedor del billete y la única garantía es su palabra de que el papel vale lo que pone: Dinero Fiduciario. Y esto es así porque no hay bien económico que respalde esa deuda debido a la liquidacón del Patrón Oro por Richard Nixon el 15 de agosto de 1971.

Para que entiendan bien el efecto que produce en la economía el Coeficiente de Caja:

Supongamos que el CR es 10%, eso significa que si el Banco Central imprime dinero… por valor de 1000 euros (Base Monetaria) y se lo entrega al banco (cobrando un interés por ello, naturalmente); el banco puede prestar 900 euros y 100 euros debe dejarlo en caja.

Supongamos ahora que los 900 euros prestados se usan en una transacción comercial después de la cual el vendedor hace un depósito de 900 euros en el banco; el banco podría volver a prestar 810 euros y dejaría 90 en caja; como este mecanismo se repite infinidad de veces nos encontraríamos que por un depósito inicial (Dinero «real»: Base Monetaria: Dinero físico impreso por el banco central en circulación, billetes y monedas) de 1000 euros la banca crearía dinero por valor de 9.000 euros y en la economía hay ahora 10.000 euros Eso se conoce como el multiplicador monetario, hemos multiplicado la Base Monetaria por 10. Los 1000 euros en billetes creados de la nada por el Banco Central dan lugar a 10.000 euros.

El tipo de interés crediticio lo fijarían los bancos prestamistas, no intervendría el banco central, y lo harían según la economía de mercado (oferta y demanda). Ahora, en realidad, son los bancos centrales los que «fijan» el tipo de interés de referencia mediante el control de la cantidad de dinero que hay en la economia y para ello usan distintos métodos; el más usado ultimamente es el Quantitative easing (QE)

Otro comentario, cada vez es mayor la presión para que todas las operaciones se realicen vía banca y que desaparezca el efectivo. Ahí tienen otro motivo de tal connivencia Estado-Banca que persiguen dos objetivos: Los impuestos, su control y recaudación por un lado y aumentar los beneficios de la banca por otro y para ello necesitan que todo el dinero esté depositado en el banco y que todas las operaciones se realicen por la vía bancaria.

¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?

¿Bonito verdad? A ver quién es el guapo que le pone ahora el cascabel al rollizo «triunvi-gato»: Políticos – Bancos Centrales – Banca

Felicitarte, otra vez por el post y en general por tu excelente blog.

Saludos,

Respuesta:

Vicente Jiménez15 de agosto de 2015, 21:23

Muchas gracias por aportar tan valiosa información al artículo. Veo que la situación es mucho peor de lo que imaginaba; y cuanto más me entero peor lo veo. Eso me reafirma en que no se puede dejar a sea bestia suelta. Sé que se puede embridar a los políticos, aunque en España y Europa eso está fuera de toda mira. Sé el ABC de como se debe hacer. Pero aún embridando a los políticos la bestia que tan bien describes sigue suelta a sus anchas en este sistema globalizado, y los controles no se han democratizado, como proponía Jefferson. Y cuando hablo de democracia me refiero a la única que existe de verdad (Democracia Formal). No a sucedáneos trileros.

¿Quién le pone el cascabel al triunvigato?

Finalmente, y como no, el sr. Juan Rallo nos ilustra con su sapiencia económica: