Hay una estulticia profunda en el que aspira a recuperar la confianza defraudada con logros inconclusos y de dudosa autoría propia; con presencia ubicua y cansina donde antes propició ausencia permanente y desconsiderada. Mariano Rajoy aquel que engañó, traicionó, esquilmó, se travistió de socialdemócrata- quizás no hubo de esforzarse mucho- de quién recibió todos los talentos de la parábola del electorado en forma de mayoría absoluta.
Por más que se mire y se rebusque no se encuentra un sólo hecho positivo en su gobernanza; ni económico, ni social ni legislativo y eso no es debido a la herencia envenenada que recibió del otro insensato, también la recibió Aznar de su propio y previo gastoso crónico y la capeó con excelsitud. Se entiende que de su predecesor no quiera hablar porque hizo lo que él no ha sido capaz siquiera de pergeñar y porque quiere echar toda sombra de corrupción sobre las espaldas de su sumo hacedor dedocrático.
Hoy sólo voy a hablar del siniestro desafuero económico del «plasmoso», los otros dos- social y político o legislativo- dan para dos entradas más en mi blog
Con más de 50 alzas montorilenses de impuestos sobre sus espaldas, el más doloroso el IVA- tres puntos más que añadió a los dos del innombrable- que hundió más si cabe el consumo ya deteriorado por los despidos y el ajuste de salarios, abocó a las empresas a reducir aún más su producción– más despidos– y aceleró la proceso de desapalancamiento empresarial (debido a la necesidad de redimensionarse a la baja) y la desinversión – menos inversión-( de esas decisiones burbujeantes precrisis ,que devinieron en no rentables después del pinchazo de la burbuja del dinero barato que se ubicó en la vivienda y en los paquetes fakes de las subprime). En fín otro zarpazo al PIB que ya estaba buceando en negativo debido a la crísis.
Aquel que de paso que destrozaba gran parte del tejido pyme español y a las familias de clase media que hubieron de hacer, encima, el sufrido esfuerzo de desendeudarse y pagar impuestos en plena crisis- menos consumo y, otra vez menos, producción; y más despidos , de nuevo-. Siendo así que, a pesar del saqueo mentado, las familias y las empresas en un apretarse el cinturón hasta casi emular a las avispas han reducido sus déficits y sus deudas cosa que el Estado, manejado por el mencionado individuo, no sólo no hizo sino que siguió con su alegre aumento de gasto estructural- a buenas horas le empieza a pedir la UE que lo reduzca en 2015- y moroseó con su deuda, en realidad nuestra deuda país.
Aquel al que no le bastó todo lo recaudado, bordeando el límite del tobogán de la curva de Laffer que incita a trabajar menos por el rendimiento marginal decreciente que supone tamaño abuso fiscal y que este marrano -refiérome naturalmente al fiscalazo- tan bien cebado bien podría haber bastado para enjugarse el déficit público que todavía deambula por el 5,8% y empezar a devolver la deuda pública; sita ya en el 100% del PIB a pesar de retocar arteramente su cálculo para bajar el porcentaje.
Aquel que succionó con fruicción ansiosa el crédito que recibían los bancos del BCE a tal bajo interés que, crisis mediante, no dudaron en asegurar la ganancia garantizada comprando la deuda «bonolítica» que emitía el ínclito para mantener una onerosa estructura estatal-desproporcionada para nuestro país incluso en época de bonanza económica- a la que, eso sí, aman todos los políticos del arco porque ha lugar y prebendas para todos. Y esa apropiación monetaria dejó sin crédito a empresas, autónomos y familias que bien hubiera venido para capear el temporal y empezar a crecer de nuevo.
Aquél que osó convertirse en rescatador autonómico con su eufemístico fondo de liquidez, que permitió el incumplimiento de los, ya de por sí sesgados, déficits autonómicos pactados – premiando a los derrochadores catalanes y valencianos; y menospreciando a los más sensatos con el gasto público; y osó decir que no habíamos sido, a su vez, rescatados por Bruselas cuando hay un gran monto de deuda pública que proviene del rescate de ciertas Cajas; ojo debido a sus errores empresariales, al latrocinio de los políticos que medraban en ellas y a la vista gorda, muy gorda, que hizo el Banco de España. Ese afán rescatador sin tener blanca suena a chulería de gobernante despilfarrador empero el gusto que se dio se ha reflejado con brutalidad en nuestro endeudamiento actual y futuro y, peor aún, ha sido un doloroso agravio comparativo para con los desahuciados.
Aquel que presume de que bajó la prima de riesgo país cuando no movió un sólo dedo para hacerlo, ya que el mérito al completo ha de atribuirse a Draghi por el dispendio alegre de facilidades de crédito barato a la banca, mentado en el párrafo anterior. Y como no le bastó tuvo que echar mano varias veces del fondo de reserva de la seguridad social- nuestra hucha de pensiones bajo la cama corre un serio peligro porque no se sabe cuando nos la devolverá si es que lo hace algún día- para comprarse su propia(nuestra) deuda que manda «güevos» la cosa.
Aquel cuyo única medida estructural para hacernos más competitivos fue el ligero retoque de la reforma laboral que de poco sirvió porque no afrontó la dualidad de nuestro mercado laboral. Tanto es así que seguimos igual con los antiguos indefinidos poco productivos que siguen en las empresas menos aquellos que han prejubilado o jubilado; y los temporales con contratos basura y en precario para los más productivos. Si claro algunos ERE´s – no los robos a manta con las subvenciones en Andalucía, que tiene delito la cosa – sino aquellos en los que las jubilaciones anticipadas irán a cargo de un inexistente fondo de reserva de la seguridad social – excuso decir que de esto no se habla pero la quiebra del sistema piramidal de las pensiones está al girar la próxima esquina- o de despidos incentivados disfrazados de prejubilaciones falsas – como gusta decirse ahora, fakes – con la anuencia de los sindicatos, me consta en las que el afectado se percata cuando ya es demasiado tarde.
Ese aquel de barba con calvas barbilampiñas que se levanta orgulloso ahora creyéndose ya «a toro pasao» porque sube el empleo -precario y estacional, eso sí- que el PIB repunta y parece que acabará el año 2015 con un crecimiento del 2,8% y se apunta un tanto que pertenece por entero a otros. Por un lado a las familias y empresas españolas y, por otro, a la expansión cuantitativa – vulgo imprimir dinero- del salvador Draghi- hombre Mario otra vez por aquí colega. Esa compra masiva de bonos(deuda), entre ellas la española- necesaria porque bajar el interés ya no daba más de sí, y la deflación runruneaba una japonización a medio plazo y otra recesión a corto y no quedaba otra que incentivar la economía al modo americano de la FED- esa QE redigo es la causante de la subida de la bolsa y de gran parte del crecimiento económico esperado para este año.
Y ya no digo más «aquel». Decía que se cree a «toro pasao» y no es así porque la inflación no es debida, principalmente, al crecimiento de nuestra economía sino a la subida de los precios del crudo y de la energía que resopla detrás del barril. La inflación subyacente- descontados precios de la energía- apenas supera en dos centésimas el cero patatero en lo que va de año a pesar del QE intensivo. Eltoro está pasando todavía porque es muy largo y «empitonao», el picador rajoyano lo ha dejado muy entero tras una larga e infructuosa suerte de varas de más de tres años y tal parece que el crecimiento de la economía española no será tan brillante como se esperaba por su fuerte dependencia del sector energético; a menos que Draghi, una vez perdida la virginidad de la ortodoxia BCE -objetivo sólo de control de la inflación para que esté en torno a 2% del IPCA- y seducido por ser el adalid de la reactivación económica y del empleo europeos en base a imprimir euros, vuelva a echarle una mano a Rajoy ampliando la QE. No se ilusionen que Alemania no lo permitirá.
P.D.-Lea sr. Rajoy cómo se hace, aunque no sé para qué ya le pasó su tiempo.
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