Escritor Español Petrusvil

Covid – Una “histeria» política de Salud Pública

22/12/2021

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.
Tiempo de lectura 3 minutos.
Covid – Una “histeria" política de Salud Pública

Estamos camino del segundo aniversario de las «dos semanas encerraos y esto sacabao”, ¡decían! por un virus similar a la gripe y el mortal coronavirus – se caían las personas muertas por la calle como en la época de la peste negra: ¡0,23%% de letalidad, oigan!- ha conquistado el planeta hasta sus últimas latitudes y longitudes coadyuvado por la difusión empalagosa del miedo epidémico-escénico a morir en las mentes plebeyas, sodomizadas por el terror y por la sucesión ininterrumpida de las alocadas “variantes mutantes oblongas” con sus locos trajes de disfraces de proteínas de picos y colores chillones. ( Covid – Una “histeria” política de Salud Pública )

Lo irónico del asunto es que si el nuevo coronavirus se hubiera tratado de la misma manera que sus predecesores inmediatos, incluyendo el SARS, la pandemia de H1N1 de 2009 y la gripe de Hong Kong de 1968, nadie estaría hablando ya de él, no habría habido cierres, ni máscaras, ni la ruina de la economía, ni la destrucción de la industria del turismo y, lo más importante, sin ninguna pérdida inconstitucional de la libertad personal.

Sin embargo ha habido una enfermedad de la clase dirigente de la que nadie habla y que ha sido lo peor: La “histeria” política galopante de Salud Pública que ha afectado por empatía totalitaria sólo a la clase dirigente pero no se ha llevado a ninguno por delante para nuestra desgracia; aunque, como malsano efecto colateral, se ha llevado a muchos, y se nos está llevando a otros muchos más por delante.

Covid – Una “histeria” política de Salud Pública

Desde la aparición políticamente oportuna del virus del PCCh a principios de 2020, Sánchez y su plétora histérica de caciques autonómicos respaldados por sus respectivos consejeros histéricos de salud – Simón a la cabeza ha sentado escuela por lo imitado en su impericia bobalicona-, han azotado sin piedad al ciudadano español con sus decisiones erróneas, erráticas, contradictorias y totalmente anticientíficas, todo ello en aras de enaltecer sus ansias de poder y enriquecer a las compañías farmacéuticas sin que nadie de los intervinientes en tal atrocidad pueda tener ni un ápice de responsabilidad ni pública, ni privada ni en grupo ni individualmente, ni por lo civil ni por lo criminal por sus criminales errores contínuos y flagrantes.

Van a ser dos años de histeria política de salud pública con sus cierres y descierres; de sinmascarillas y conmascarillas; lde mascarillas en tos laos y tol día a mascarillas sólo en interiores, de confinamientos y desconfinamientos perimetrales o grupales o yo mi me conmigo mismo solito–; jde aforos y desaforos al 50%, al 30% o al ningunoporciento; tde sinreuniones y conreuniones de a 20, de a 10 o tú sólo Manolo; de toques de queda y quedar sin toques (distancia social); de “una de vacuna, dos de vacuna, tres de vacuna …7 de juliouna Sanfermín”; de saludos de coditos y moda hortera de surtido variado de mascarillas; de Carnets de Partido “Vacúnate otra vez, vacúnate otra veeez…” pa que te dejemos entrar en cualquier lao, Menelao… En fin, un suplicio que va para dos años y lo que te rondaré morena con la rondalla callejera de Omicron.

Y cuando todo parecía volver a la normalidad, la aparición de la cepa ceporra de Omicron “el hipertransmisor de resfriadillos de garganta” que va a acabar con el coronavirus de marras en poco más de dos meses, ha vuelto a aparecer la otra pandemia, la repandemia de la “histeria gobernícula” con su variante del “vuelve a casa por Navidad” para imponer, una vez más – y recemos que sea la última actuación destos payasos políticos- los confina-os-miento, las Navidades desfamiliadas, los de sólo en grupillos reducidos a la redonda cifra de diez, el cierre del ocio nocturno – que no se explica cómo sigue vivo de no ser por las ganas reincidentes de juerga que nos gastamos-, los consabidos Carnets de “Partido Vacunado” y los bozalillos para pasear humanos al aire libre, otra vez obligatorios.

Covid – Una “histeria” política de Salud Pública

Cuentan las malas lenguas que Sánchez preguntó a su caterva inmensa de asesores bienpagaos que qué propuesta llevaba a la reunión de este miércoles con los caciques autonómicos y como no se ponían de acuerdo, dijo él, mientras volvía a lavarse la manos con ese gesto pilatero que se gasta: ¿Qué puedo decidir que parezca que decido algo, que hago algo, pero que no joda mucho al personal que está ya mu quemao? Y la caterva gritó enardecida: ¡A Barrabás! ¡A Barrabás! – perdón- ¡La mascarilla! ¡La mascarilla!.

Y Sánchez les miró complacido y les dijo: Ya se ve que os pago para que me leáis la mente. Pues mascarillas pa tos al aire libre que Omicron es mu bullanguero.

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