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Omicron acabará con la covidocracia

29/01/2022

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.
Tiempo de lectura 3 minutos.
Omicron acabará con la covidocracia

La historia del miedo de la covidocracia está llegando a su fin. Se resiste a ser derrotada como toda tiranía. En su lecho de muerte mantiene sus medidas draconianas pero Omicron no le da tregua con millones de resfriados leves y poquísimos muertos; deslegitimando las justificaciones que sostenían el tinglado de los confinamientos, las mascarillas, las vacunas y revacunas, y los pasaportes Covid. (Omicron acabará con la covidocracia)

La gente no sólo está ya muy cansada de tanto trajín autocrático sino que ya no se cree nada. El susto pasó y el miedo a la muerte ya no cuela. Millones de infectados pasando unos días en casa con un resfriado leve han terminado por concluir que la covid ha pasado ya a la historia;y ya forma parte del pasado. El miedo necesita tiempo, un caldo de cultivo; y un efecto sostenido pero dejar de temer es inmediato. La alegría de vivir se instala con más rapidez en la mente del hombre que sus temores. Y cuando esto ocurre todos empiezan a pensar en retomar sus vidas. ¡Déjennos en paz, que queremos volver a empezar!

¿Llegó a pensar el covidócrata que tendría éxito? En todas las naciones occidentales, los angustiados ciudadanos sufrieron todas las viejas tácticas del totalitarismo. Propaganda y censura masivas; la promoción instrumentalizada del terror; la manipulación de la ciencia; la supresión del debate; la estigmatización de la disidencia y de los invacunados y el uso de la fuerza para evitar la protesta.

Omicron acabará con la covidocracia

Los experimentos vacunales nos dejaron 1,053,828 lesiones (desde diciembre de 2020 hasta el 14 de enero de 2022); incluidos 3,692 abortos espontáneos, 11,262 ataques cardíacos y 22,193 muertes según los registros de los CDC y la FDA del gobierno de EE. UU. Tiempo habrá de que los que tengan que pagar por sus delitos de lesa humanidad y penen sus condenas en la cárcel.

Durante dos años devastadores hemos padecido un nuevo tipo de guerra, la “Guerra Civil Mundial”; que enfrentó a una clase dominante cada vez más tiránica contra todos los ciudadanos del mundo. Una guerra incruenta,;salvo por los 4,4 millones de personas que murieron innecesariamente (de los 5,5 millones de muertes por covid en el mundo informadas por Johns Hopkins) ;porque el Dr. Fauci, los NIH, los CDC, la OMS, casi todos los gobiernos del mundo y los medios de comunicación corruptos que insuflaron un miedo cerval apostaron todo a las vacunas ARNm y ocultaron sus riesgos, denostando los tratamientos tempranos que hubieran salvado millones de vidas.

Hay docenas de medicamentos y suplementos seguros y comprobados, como la Ivermectina y la Hidroxicloroquina,;que salvaron al menos al 80% de quienes tenían acceso a ellos según el cardiólogo Dr. Peter McCullough. Pero a todos estos mengueles no les interesaba por motivos espurios que estos medicamentos tumbaran la autorización de emergencia para las vacunas.

La catástrofe del covid-19 puede haber sido un gran error,;o una imprudencia basada en una mala interpretación de los datos o un acto criminal execrable – sesgadamente intencionado- por parte de nuestras autoridades de salud pública y el resultado ha sido el asesinato mundial en masa, el crimen global del siglo XXI.

Omicron acabará con la covidocracia

La rebelión del pueblo está empezando, para poner fin a la tiranía médica covid que nos ha tenido dos años enclausurados. Lo verán ustedes durante las próximas semanas con manifestaciones, unas organizadas y otras espontáneas, a lo largo y ancho del mundo.

Es el conflicto central de nuestro tiempo, el surgimiento del populismo global para oponerse a la oligarquía global. Las élites que se autodenominan globalistas se han revelado a plena luz del día, a través de la pandemia,;como la próxima gran amenaza ideológica a la libertad humana. Esta es la debilidad fatal de los globalistas que se hacen pasar por los más inteligentes de los inteligentes. Son tan malditamente tontos como criminales por igual.

Su talón de Aquiles es la ideología arrogante de que los líderes globales – esos seres que toman omniscientemente decisiones globales-;pueden llegar a satisfacer de manera más eficiente todas las necesidades materiales del mundo,;en oposición a estructuras tradicionales y vestigiales como son las naciones y la familia. Estos modernos déspotas confían en la afirmación más acientífica de la vida moderna: Que la humanidad universal no existe, y ese es su error. Los ingenieros sociales no podrán reescribir un mundo nuevo e impuesto sobre 7.900 millones de humanos;a los que se les puede quitar la libertad durante un tiempo pero, pasado ese estadio de miedo que los dejó inermes,;volverán a rebelarse ante una autocracia ya sin sentido a la que no le quedan ni excusas ni justificaciones:;Omicron les ha dejado en cueros ante el respetable.

El gran zoólogo y biólogo evolutivo de Harvard EO Wilson, una vez dijo que los “universales” humanos — el amor de una madre por un hijo, el vínculo de un médico con su paciente, el amor de un vendedor por su trabajo, los códigos morales trascendentes de nuestras religiones— son tan eternos como cualquier cosa humana puede ser. Y también dijo que los universales no pueden ser borrados ni por “un millón de años” de propaganda.

Estamos en el tercer año de la Covid y Omicron se ha coaligado con los “universales humanos» y con los ciudadanos que, hastiados de tanto totalitarismo de salud pública, se aprestan a luchar por la libertad que les ha sido arrebatada. Un nuevo capítulo en nuestra “nueva guerra mundial” comienza, una nueva resistencia ha empezado.

Omicron acabará con la covidocracia

FiN

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