
A estas alturas, la mayoría de la gente ha oído hablar de la agenda del «Gran Reinicio» del Foro Económico Mundial (WEF) dirigida por Klaus Schwab. El WEF ha visto la pandemia de COVID como una oportunidad para remodelar las estructuras económicas y sociales del mundo. Con las cosas dolorosas y desagradables que nos han pasado en 2020 y 2021, ¿cuál será la próxima fase de su agenda global? (Los reiniciadores de mundos)
Los reiniciadores de mundos
El Foro Económico Mundial y otras grupos de dominar
Durante muchos años, las personas propensas a las teorías de conspiración han mirado con recelo al Consejo de Relaciones Exteriores, Bilderberg, Bohemian Grove, Concordia, Foro Económico Mundial y otros grupos similares donde los supermillonarios y poderosos se reúnen para hacer tratos, planificar sus acciones y diseñar un nuevo mundo a su conveniencia; pero ahora muchas otras personas empiezan a pensar que algo hay de verdad. Un grupo de burócratas, políticos, financieros y billonarios engreídos, oportunistas y buscadores intensivos de nuevas rentas que acrecienten aun más su riqueza.
La histeria Covid
Como es de esperar, esta gente le da mucha importancia a COVID, evento que han aprovechado para imponer sus planes de dominación mundial. Una pandemia que parece un acontecimiento impregnado de un 90% de histeria desde el punto de vista médico. Cierto que nadie quiere contagiarse ni morir, obviamente, pero a menos que seas viejo y estés enfermo o seas una persona con comorbilidades, la enfermedad es leve; parece ser sólo una gripe, especialmente ahora que se está consumiendo en sucesivas variantes cada vez más infectivas pero , al mismo tiempo, más leves, como hacen los virus.
La edad media de los fallecidos es de unos 80 años, un dato del que nunca se informa. No hemos vista a la gente caerse muerta por las calles o carros con cadáveres amontonados recorriéndolas, todo ha sido un exagerado y monótono espectáculo montado por los medios de comunicación. Pero conozco personalmente a personas que creen que les acecha como un asesino. La histeria ha mutado en psicosis de masas.
Un mundo reconfigurado
La reacción gubernamental a esa suerte de gripe, promovida e influenciada activamente por los grupos de poder que acabo de mencionar, ha reconfigurado el funcionamiento del mundo. Definitivamente ha sido una oportuna crisis que estos execrables malhechores no han dejado pasar. De hecho, lo que ha ocurrido en los dos últimos años es probablemente la mayor convulsión revulsiva de la historia del mundo, descontando las guerras mundiales. La Covid ha sido el verdadero catalizador para el «Gran Reajuste» promovido por estos poderosos entrometidos, omniscientes y egocéntricos, y todavía está evolucionando puesto que quieren llegar mucho más lejos.
Entonces, ¿qué será lo siguiente, ahora que el mundo entero parece estar volviéndose completamente loco? Miles de millones de personas irreflexivas y borreguiles han sido aterrorizadas y están preparadas para la próxima emergencia mundial, real o imaginaria. No les quepa duda que nuestros falsos guardianes en el gobierno van a incentivar que el pasaporte de vacunas permanezca y se convierta en un sistema de crédito social para controlar y manipular a las masas. Con este instrumento, cuando surja la próxima crisis, podrán simular que reaccionan rápidamente y conseguir más fácilmente que las masas hagan lo que se les dice. Están convencidos de seguir adelante porque la epidemia les ha mostrado la docilidad de las masas.
La televisión y el viejo instrumento de dominación del “pan y circo”
El breve vídeo publicado por el Foro Económico Mundial durante la pandemia incluía una extraña afirmación sobre lo quue sería el mundo en 2030: «no tendrás nada y serás feliz«. ¿Qué cree que implica esto sobre su libertad individual y su propiedad privada? Nada bueno, seguro.
Uno de los grandes cambios de estos dos años es que la gente ha pasado muchas horas al día viendo la televisión. Claro es que la gente ha visto «demasiada» televisión durante decenios, pero ahora miles de millones han estado bajo arresto domiciliario virtual sin otra cosa que hacer que pegar sus ojos a la pantalla plana y empaparse de cantidades masivas de adoctrinamiento y basura. Estos malditos e inútiles encierros han impedido que miles de millones de personas pudieran estar trabajando y socializando. Como en la película Matrix, las personas han estado en aislamiento forzado, viviendo en una prisión virtual.
La televisión y el bienvivir en la sociedad del bienestar son un remake muy eficaz del viejo y útil plan romano de «pan y circo». Un televisor de pantalla plana con 1.000 canales -todo el mundo tiene uno- es el Coliseo o el Circo Máximo de antaño pero todos los días y a todas horas, sometidos a un contínuo adoctrinamiento literal y, también subliminal. Eso amansa las masas y evita sus rebeliones. No, este sistema de dominación virtual no había existido nunca, es algo propio y exclusivo de nuestros tiempos.
La élite subida a la parra
La gente que frecuenta los foros, como el Foro Económico Mundial, se ve a sí misma como una clase especial: la élite. Se conocen entre sí, van a los mismos colegios y se relacionan en los mismos clubes. Tienen altos ingresos, mucho poder e influencia, y preparan a sus hijos para que se unan a la fiesta.
Se han convertido en una clase dirigente informal. Mientras hablan hipócritamente de la democracia, de la diversidad, de la equidad, de la sostenibilidad y otras muchas tonterías más, la realidad es que desprecian al hombre común. No me sorprendería que realmente quisieran lograr -como han insinuado personas como Ted Turner, varios miembros varones de la familia real inglesa y el propio Bill Gates- la disminución de la población mundial, incluso que el 80% de la población mundial desaparezca. De ese modo, cuando visiten lugares como Machu Picchu, la Plaza de San Marcos en Venecia y otros lugares de moda, no se sentirán molestos por la bulliciosa plebe que deambulan por ahí como si fueran sus iguales.
Suficiente poder y dinero hace que la élite empiece a pensar así. Por no mencionar que esta gente son en su mayoría sociópatas, algunos con un fuerte sentido psicopático.
Tal vez les gustaría ver a los modernos proletarios «no esenciales» aislados en sus apartamentos, sedados con Xanax y Prozac, atiborrados de carbohidratos baratos, estimulados por Fentanyl y metanfetamina, y reprogramados por los medios de comunicación, mientras ellos y su descendencia, sus majestades «superiores», maquinan y resuelven qué hacer con tanto plebeyo sobrante y como manipular a los que queden. Se creen auténticos seres superiores que, como dioses, juegan a ser «reiniciadores de mundos».
Los reiniciadores de mundos
FiN
La confabulación para imponer «vacunas» de ARNm