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El viento vital

20/03/2021

Escritor Español Petrusvil

Poeta, escritor, divulgador y analista.

Si está cansado de escritores mentirosos, melifluos o políticamente correctos. Si prefiere la prosa y la poesía con alma, sentimiento y vehemencia, la verdad transparente sin eufemismos ni tergiversaciones, entonces yo soy su pluma. 

Tiempo de lectura 1 minutos.
El viento vital
El viento en la cebada

Tabla de contenidos

El gozo de lo etéreo, la presencia sutil y anticipada de la eternidad

El viento vital susurra poesías y ánimos, melancolías y pálpitos. Zarandea los mástiles de los perezosos, golpea los timones de los arriesgados. Si no mengua engendra locuras en las almas que no logran escapar a su presencia continuada y cuando un instrumento le doma adorna el ambiente con sus notas. Sólo hay una cosa sobre la tierra que sea auténticamente libre – libre como el viento yo soy libre, cantaba Nino Bravo- y a la vez generoso en su entrega: el viento.

Si algo representa la libertad es sentirlo en la cara al navegar o una orquesta haciéndole sonar. Verle ondear los cabellos, rizar las olas, zarandear los trigales, combar las lonas o escuchar su voz melodiosa en una armónica, para los hombres, es el gozo de lo etéreo, la presencia sutil y anticipada de la eternidad. No parece ser ni estar pero siempre viene y va. Nunca se para, sólo a veces se esconde como un niño travieso jugando con el hombre. Si el viento y la vida tuvieran algo en común sería la alegría de sus suaves caricias.

Para el viento vital le sigue este soneto:

Soneto: El viento vital

(Poesía)

Su sutil e incansable aliento
sacude las almas de la zozobra,
levanta esperanzas en las lonas
y lleva por derroteros inciertos.
 
Mi querido y variable viento
juega serpenteando banderolas.
En el universo alado mora
con su susurro amable y viejo.
 
Hacia horizontes ignotos rola
-silba en mis ahuecadas manos-
y muda sus rumbos sobre las olas.
 
Se abraza a las hojas del árbol,
susurra al oído de las caracolas
bisbiseos de ondulante mármol.
 
 
Doble estrambote
 
Ora recita musicales notas,
cual sinfonías de barlovento
y al albur de su improvisada prosa,
 
-estrella del mar, rosa de los vientos-
se alientan corazones y almas rotas.
Se aventan las mieses y los tormentos.
 
 
 
 
 
 

(FiN) El viento vital

FiN

No se atreve mi amor