Tabla de contenidos

Juventud del XXI Soneto con estrambote y postdata
El soneto
No reconozco ni la valentía
en multitud de los nuevos jóvenes,
manque obtuviendo los mejores bienes
y aún obteniendo lo que pedían
son lábiles, de mocedad torcida,
zánganos que el esfuerzo retienen,
no conocen vida de padeceres
mas supuran codicia desmedida
y son de ambiciones diluidas,
medran soberbios e impertinentes
y son de escasa o nula hombría
a esos, con desdeño les mirarían
sus esforzados predecesores
que lidiaron peores perspectivas
Estrambote
¡Leñe! Gravas joías
de la carretera teníais
que comer, mi abuelo decía.
P.D.- Mayores hambrunas, hecatombes y crisis hubieron en el s. XX y los que las sufrieron salieron resignados adelante. Emigrando, esforzándose, ingeniándoselas y aguantándose. Hoy a años luz estamos de semejantes embates. Si el siglo XX fué la era de los hombres, el XXI es la de los niñatos mimados.
Nota del autor: Soneto con estrambote con decimotercer verso cojo en métrica por no forzar el ritmo.
Los motivos del desastre
Yo les he visto, les he tenido como alumnos, y he ido viendo la evolución en los últimos veinticinco años. La culpa no es de ellos sino del cada vez más laxo sistema educativo y del deterioro de la educación formativo-afectiva en la familia.
Por un lado, la sobre protección en la niños origina que los niños no desarrollen su sentido de independencia y de valerse por sí mismos.
Por otro, la escasa o nula exigencia en la escuela, a la ausencia de labor educativa por parte de los padres junto con la falta de contacto afectivo paterno o materno ( por falta de atención de los progenitores o por el aumento de las familias desestructuradas) y a que estos, en compesación, suelen excederse en regalías o les consienten todo.
Perfil psicológico de los jóvenes de hoy.
Su perfil psicológico se puede condensar en las siguientes características, entre otras:
– Falta de autoestima como consecuencia de la permisividad de los padres con absoluta falta de referencias, de límites y de reglas claras.
– Ausencia de habilidades sociales y emocionales necesarias para resolver problemas de manera independiente.
– Escaso desarrollo de la inteligencia emocional para gestionar sus emociones y el control de las mismas en sus relaciones con los demás.
– Malcriados, confundidos e infelices debido a que lo han tenido todo sin esfuerzo.
– Problemas de conducta y relacionales aumentados por el abuso de internet y las redes sociales.
– La falta de normas y de rutinas claras ha tenido como resultado que los niños se conviertan en personas sin conciencia de sus responsabilidades, y que por lo tanto fomenten el mal hábito de la procrastinación o la pereza.
– Incapaces de sobrellevar o/y afrontar las frustraciones, las decepciones y los fracasos.
– En general, desarrollan una personalidad impulsiva, inmadura y descontrolada, en ocasiones, violenta.
– Incapaces de percibir que los logros de la vida se consiguen en base al sacrificio, al esfuerzo y al mérito.
( Publicada el 23 de febrero de 2016. Actualizada el 11/7/2021)
Juventud del XXI Soneto con estrambote y postdata
FiN
Decálogo para convertir a su hijo en un delincuente.